“Es una vergüenza que el Gobierno destine 150.000 millones para entregar las cajas a la banca privada”, afirma José Miguel Villa, de la Federación de Servicios de UGT, en la presentación del informe “Análisis del proceso de reestructuración y bancarización de las cajas de ahorros”. “No estamos ante una reestructuración, sino ante una liquidación, ante la destrucción de un sector para darle el negocio a la banca”, insiste. Una situación que se agrava con las condiciones impuestas a España por el Eurogrupo en el Memorándum, que supone que las cajas que han sobrevivido perderán el control de sus bancos: “A partir de ahí, todo es posible”.
El análisis de UGT parte de que la reestructuración del sistema financiero es “de mayor calado” que la reconversión industrial de los años 80. Y que este proceso ha supuesto la desaparición de las cajas, y su transformación en bancos, “una reivindicación de los bancos privados durante mucho tiempo, desde antes de que estallara la crisis”. “Se ha aprovechado la excusa de la crisis para proceder a la bancarización de las cajas de ahorros, en un proceso abanderado por el Banco de España”, enfatiza.
“El Estado ha aportado desde marzo de 2009, por diversas vías, más de 150.000 millones de euros en la reestructuración de las cajas”, enfatiza el informe de UGT. Sin incluir en esa cifra el rescate europeo del sistema financiero español, que puede llegar a los 100.000 millones. “Se han utilizado más de 150.000 millones de dinero público sin que esto haya servido para que fluya el crédito, ni para mejorar la solvencia del sistema y, además, en un momento en el que se están realizando recortes de gran envergadura en servicios públicos esenciales como la educación, la sanidad o los servicios sociales”, remata el análisis del sindicato. Conclusión: “Es absolutamente inmoral socializar las pérdidas de la entidad para que luego los beneficios vuelvan a ser de unos pocos”.
UGT advierte de que este proceso “llevará a la concentración de todo el sector financiero en muy pocas entidades, cuyos consejos tendrán un gran poder, y la obtención de beneficios y el retorno al accionista primarán en el ejercicio de la actividad bancaria y supondrán un desequilibrio muy importante en el marco de las relaciones laborales y en las políticas de Obra Social que han vendió ejerciendo hasta ahora las cajas”.
Además del riesgo de excluir “a una parte importante de la población del acceso a los servicios financieros”, se producirá “un incremento del coste de los servicios financieros para los usuarios”, y se condicionará “aún en mayor medida” la capacidad del Estado para implantar políticas económicas, “que deberán contar con el beneplácito de la banca”.
Responsabilidades compartidas
¿Quiénes son los culpables de esta situación? El informe de UGT destaca la “grave responsabilidad política” del Gobierno de Rajoy, pero también del anterior de Zapatero. La “deplorable” actuación de los máximos responsables del Banco de España, “que no de sus profesionales”, citando expresamente a Jaime Caruana y a Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Mafo). «El papel del gobernador del Banco de España en muchas ocasiones se ha parecido más a ser el portavoz de los grandes grupos bancarios y empresariales que de regulador de normas e interventor de las políticas de los bancos”, argumenta. Villa insiste en que Mafo impuso a las cajas “un camino que ha llevado a Bankia al agujero”.
El informe de UGT también tacha de “recriminable” la actuación de la CNMV, de “evidente” la responsabilidad de las auditoras, de “más que cuestionable” el papel de los gestores, considerando “paradójico que sean los mismos equipos de dirección, que nos han llevado a esta situación, los que sigan estando al frente de las entidades y además sean los que proponen las recetas para salir de ella, con el beneplácito del Banco de España y del Gobierno”.
¿Y los sindicatos? Villa habla de que “todos tenemos responsabilidad” y de “responsabilidad compartida”, pero precisa que de las 5.080 personas sentadas en órganos de gobierno de las cajas, UGT sólo tiene 130, el 2,3%. El 2,2% en consejos de administración (14 representantes), el 3,36% en las comisiones de control y el 2,6% en las asambleas generales. Recuerda que UGT ya alertó hace tiempo de la “expansión desordenada” de las cajas, y que “hay muchas decisiones que no se han tratado en los consejos de administración” de las entidades.
Más impacto en el empleo
“Los trabajadores sí que no son responsables. Porque encima muchos de ellos han puesto dinero en cuotas participativas y en acciones de las cajas”, señala José María Villa. Desde 2008 hasta 2011 se han perdido 20.853 empleos, el 15,46% del total. Y el proceso de concentración generará la destrucción de otros 5.300: 1.800 en Unicaja España Duero, 2.200 en Banco CAM tras ser absorbido por el Banco Sabadell, y 1.300 de Unnim Banc tras quedar en el grupo BBVA.
“El Memorándum va a traer más destrucción de empleo”, avisa, resaltando las incógnitas que suscita en las cajas nacionalizadas (Bankia, NovaGalicia, CatalunyaCaixa, más el Banco de Valencia) y en la integración entre Ibercaja 3 y Liberbank.
UGT ve “con preocupación el incremento de la violencia sobre los empleados de las entidades, que se produce a diario en los centros de trabajo y fuera de ellos y que incluso afecta a sus familiares”. Y pide a la sociedad “que no se confunda de culpables”
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