El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha pedido a los miembros de los consejos de administración de las empresas del Ibex que también hagan un esfuerzo, como el resto de los españoles, y “compartan la carga de los ajustes”. Los consejos de administración de las empresas del Ibex se aumentaron su remuneración un 5% el año pasado, según la CNMV, mientras las ejecutivos recibieron un 3% más de sueldo.

Ante un auditorio de 1.200 ejecutivos y empresarios ex alumnos de la escuela de negocios IESE de Barcelona, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dicho que poco margen de privatización queda después de los puertos, aeropuertos, ferrocarriles y loterías. Sin embargo, en su primera comparecencia pública tras la aprobación de las duras medidas de ajuste aprobadas el pasado viernes por el Consejo de Ministros, De Guindos apuntó la privatización de las infraestructuras, “porque hay mucha demanda”, como otro recurso para que el Estado haga caja y equilibre las cuentas públicas.

El ministro ha finalizado su conferencia titulada “Escenarios de futuro de la economía española” con la petición a los empresarios y ejecutivos de que también se apliquen esfuerzos “porque el momento para la economía española es delicado, con importantes colectivos que sufren las consecuencias de las medidas de ajuste”. Por eso, tras recordar la reciente información de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que los miembros de los consejos de administración de las empresas del Ibex incrementaron el año pasado sus remuneraciones un 5% y un 3% los ejecutivos, el ministro reclamó a la clase empresarial que “arrimen el hombro, porque tiene un valor especial y porque se sale más fácil y rápidamente de esta situación cuando se percibe que los esfuerzos se reparten”.

La conferencia del ministro sólo recibió el aplauso de la mitad de los asistentes que abarrotaban el auditorio del IESE de Barcelona, después de que De Guindos insistiera en que “en estos momentos difíciles es fundamental que todos seamos conscientes de que hay que distribuir la carga de forma equitativa para que la economía española pueda corregir sus desequilibrios”. Así, el ministro repitió su petición a los consejeros y ejecutivos de que “sean conscientes de los esfuerzos que se piden a la sociedad española”. En este punto, el ministro aseguró estar “convencido” de que la clase empresarial “enviará una señal positiva a la sociedad” en ese sentido de que también se recorten sus emolumentos.

A preguntas de los asistentes, De Guindos reiteró su visión de que un análisis de los fundamentos de la economía europea revela su mayor fortaleza que, por ejemplo, la de Estados Unidos, pero la dificultad en la toma de decisiones en la zona euro es “extremadamente complicada”, pues debe realizarse en todos y cada uno de los 17 países miembros. Un extremo que, reconoció, “no se entiende bien y tiene dificultades de percepción” fuera de la zona euro.

En cuanto al ritmo de aplicación de las medidas para recuperar la senda del crecimiento, el ministro señaló que cuando el próximo viernes se cierre el memorándum con el eurogrupo y se capitalice la banca española, “debemos enviar señales de que el sistema financiero español es sostenible en el tiempo”. Y otras medidas, como la de bajar las cotizaciones a la Seguridad Social, un punto el año que viene y otro en 2014,” deberá favorecer la contratación, y la reforma laboral, para que los ajustes no sólo se hagan echando a los temporales al introducir la flexibilidad en las empresas”.

El calendario que dibuja De Guindos arranca este viernes con la firma del memorándum para que el sistema financiero español reciba la ayuda de hasta cien mil millones de sus socios europeos. En septiembre, adelantó, el eurogrupo deberá formular su propuesta de unión bancaria, “algo muy simple de decir y difícil de implementar”, reconoció el ministro. Y añadió que la coordinación de los supervisores de los bancos centrales bajo el mando del BCE es más fácil que el segundo y tercer paso, respectivamente, la creación de un esquema de garantía.de depósitos únicos en la zona euro y otro sistema de resolución y recapitalización de bancos a través de inyecciones directas de capitales, porque implica más cesión de soberanía.

En cuanto a la estructura del Estado de las autonomías, De Guindos rechazó la visión recentralizadora que desde algunos partidos se acusa al Gobierno. A pesar de que reconoció que “se está generando una percepción de que tenemos un Estado muy costoso y con muchas deficiencias, tiene muchas ventajas desde el punto de vista del ciudadano, pero el Gobierno también es responsable de todas las administraciones” ante sus socios europeos. Tras subrayar que España es el país más descentralizado de la OCDE, De Guindos reconoció que el problema de la Unión Europea se extrapola en el interior de España entre sus comunidades autónomas. En este sentido, subrayó la necesidad de “un mecanismo para una mejor coordinación en la toma de decisiones. No se trata –ha añadido- que una administración acapare a otra, sino que la toma de decisiones mejore”.