No hay actividad que no se vea afectada por las movilizaciones en contra del nuevo recorte anunciado por el Gobierno. También en el transporte ferroviario donde los sindicatos más representantivos han convocado por unanimidad de los representantes de CC.OO., UGT, Semaf, Sindicato Ferroviario, Sindicato de Circulación y CGT una jornada de huelga de veinticuatro horas en Renfe, Adif y Feve para el próximo 3 de agosto, el primer viernes de mes, caracterizado por el éxodo vacacional. La convocatoria, al margen de los servicios mínimos que se nombren, supondrá la práctica paralización de los trenes ese día.

El motivo del paro es el rechazo de los trabajadores de las empresas públicas a ser privatizadas, por lo que el Ministerio de Fomento abrirá a la competencia el transporte de viajeros en tren el próximo año. También pretende segregar la actual operadora pública de Renfe en cuatro sociedades. Al menos, así fueron informados los representantes sindicales el pasado viernes por la secretaria general de Transportes, Carmen Librero, y el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pormar, justificando las medidas por la necesidad de introducir una mayor competencia en el transporte en tren.

Librero y Gómez Pomar concretaron que la intención del Gobierno es abrir a la competencia el transporte de viajeros en tren en julio de 2013, mientras que las cuatro empresas segregadas en Renfe asumirán los negocios de mercancías, viajeros, mantenimiento y material rodante. La idea es que la sociedad encargada del material rodante suministre los trenes a Renfe y se los alquile a las empresas privadas que compitan con la propia Renfe.

Liberalización ferroviaria

El Ejecutivo está dispuesto a iniciar la liberalización del sector ferroviario este mismo mes. Dicha liberalización estaba prevista en el programa de reformas que aprobó el pasado viernes el Consejo de Ministros, continuando con un proceso cuyo pistoletazo de salida tuvo lugar en 2005, cuando se abrió a la competencia el tráfico de mercancías.

Frente a estos planes, los sindicatos defienden un transporte ferroviario «público, social, viable y con garantías y derechos para los trabajadores». Además, acusan al Gobierno de incumplir los plazos, ya que el Ejecutivo se había comprometido a realizar la liberalización del transporte de viajeros más adelante. En este sentido, recuerdan que no hay tanta prisa toda vez que en Europa la mayoría de los países aun no han separado la infraestructura de la operación.

Con estas «prisas», interpretan los sindicatos, lo que el Gobierno parece perseguir se «acabar con todo, también con el ferrocarril público y con todos los servicios públicos del país».

Junto a la huelga del 3 de agosto, los sindicatos de Renfe, Adif y Feve también han decidido secundar la jornada de movilizaciones convocada por CC.OO. y UGT este 19 de julio.