Carmen Duerto

Transcribo la carta que le hace llegar Andrea Fabra a Jesús Posada, presidente del Congreso de los Diputados y compañero de partido. En ningún momento pide perdón. Sigue el ejemplo del Rey, que pide disculpas y al contrario que don Juan Carlos, no dice que no volverá a decir «Que se jodan»- Eso no lo puede asegurar pero sí que no piensa dimitir, ni marcharse y que la vida sigue, que pelillos a la mar, que las palmas y risas eran por los socialistas aunque, mira qué tontería, coincidiera con el momento del anuncio de los recortes a los parados. Parece que lo suyo también es vocación de servicio e incluso, busca incansablemente el bien de nuestra nación. No se aclara si en esa nuestra nación, están los parados, los ofendidos, los socialistas….Total un  «Que se jodan» lo puede tener cualquiera en un día tonto. Ella sigue como su padre con su aeropuerto sin aviones pero con estatua monstruosa y con esa inmensa suerte que siempre les toca la Lotería Nacional. El único que fue invitado a marcharse de la Comunidad de Madrid, gracias a Dios, fue su marido Güemes. Los Fabra se atrincheran en Castellón y allí se hacen fuertes…¿hasta cuándo, Rajoy? Por cierto, la carta tiene fecha de martes 17 de julio y el exabrupto lo lanzó el jueves 12. Siete días… ¿Hasta cuándo, Rajoy?

«Señor Presidente:                                                                                                                 Andrea Fabra, diputada por Castellón

(…) Reconozco que en dicha sesión, dirigiéndome a los diputados del Grupo Socialista mientras el presidente del Gobierno daba a conocer a sus señorías y al conjunto de la Nación las difíciles pero necesarias medidas que nos permitirán recuperar el equilibrio presupuestario (…) cometí un error del que no me siento honrada y por el que recurro a la benevolencia de la Cámara rogándole que estime mis disculpas.
Quiero presentar mis excusas a la Cámara a la que no he querido dañar en su dignidad, imagen y prestigio, especialmente en estas circunstancias difíciles que vive nuestro país y que nos exigen a todos los representantes de los ciudadanos un comportamiento irreprochable.
Esta rectificación de mi conducta la hago desde la lealtad de mi conciencia, a mis convicciones personales y políticas, al respeto que siento por quienes tienen posiciones distintas a las mías, hacia la consideración que tengo hacia el Parlamento como centro del debate nacional, y muy especialmente, a la altura de miras que debe presidir nuestra actuación, honrando el contrato de representación suscrito con los ciudadanos y que nos obliga a buscar incansablemente el bien de la nación.
En esta legislatura no escatimaré esfuerzos para hacer honor a ese compromiso.
Fdo.:
Andrea Fabra»

Para seguirnos en twitter;
@diarioabierto