La caída del beneficio y el proceso de bancarización, que obliga a destinar la mayor parte del resultado a remunerar vía dividendos a los inversores privados, de las cajas pasa factura a la Obra Social. También ha jugado en contra de estas actividades el hecho de recibir ayudas públicas, que limita las dotaciones a Obra Social al 30% de los resultados. El sindicato UGT, en un análisis sobre el sector, recurre al pasado para hablar de estas instituciones: “Las cajas de ahorros eran entidades benéfico-sociales, exentas de lucro mercantil”. Y añade: “Estaban constituidas bajo la forma jurídica de fundaciones de naturaleza pública o privada, con finalidad social y actuación bajo criterios de puro mercado, aunque reinvirtiendo un importante porcentaje de los beneficios obtenidos a la sociedad a través de su Obra Social que, además de ser un sector eficiente de la economía española, se ha constituido como un instrumento de cohesión social y de redistribución territorial de la riqueza”.

Pero el dinero destinado por las cajas a la Obra Social va menguando año tras año. En 2010 fueron 875,13 millones de euros, el 27,8% del beneficio neto del sector, pero un 21% inferior al ejercicio precedente. Sobre 2007, el año previo a la crisis, el descenso es del 55%. El gasto total fue de 1.417 millones, el 19,7% menos que en 2009. En 2011, la inversión total de las cajas en Obra Social (no sólo la dotación) fue de 1.000 millones de euros, el 32% menos que en 2010.

UGT destaca que ‘la Caixa’ ha sido “la única caja que ha incrementado los fondos destinados a Obra Social”: un 6%, 480 millones de euros. CaixaBank se ha comprometido a destinar 500 millones anuales a estas actividades.

Este aumento del 6% cobra más valor si se compara con los descensos experimentados por otras entidades. Bankia ha bajado los recursos destinados a la Obra Social un 34,78%, hasta los 212,8 millones. Menos de la mitad que ‘la Caixa’ cuando en ese momento era más grande (ya no lo es desde que CaixaBank inició la absorción de Banca Cívica). Para UGT, es evidente que “los problemas financieros que arrastra Bankia tendrán como consecuencia más inmediata la falta de fondos para aportar a la obra social de las siete cajas de ahorro que fundaron el grupo Banco Financiero y de Ahorros y, en consecuencia, su definitiva desaparición”.

CajaSur, la entidad de ahorro propiedad de los canónigos del cabildo de la catedral de Córdoba, terminó siendo intervenida por el Banco de España (la segunda, tras CCM) y luego adjudicada a BBK (integrado después en KutxaBank junto a las demás cajas vascas). La Obra Social ha sufrido estos acontecimientos con un descenso del 61,37%, el mayor registrado por una caja en 2010. La CAM, la última caja en tener que ser rescatada por el supervisor y adjudicada luego al Sabadell, ha sufrido una disminuiciín del 36,3%.

Tras CajaSur aparece Caja Extremadura, integrada en Liberbank (que a su vez se ha sumado a Ibercaja 3), con el 50,18% menos. En tercer lugar, Caja España Duero, con un 43,.75% menos, antes de que culmine el proceso de absorción por Unicaja. Llama la atención que el cuarto mayor descenso corresponde, según los datos de UGT basados en las memorias de Responsabilidad Social Corporativa de las Cajas de Ahorro elaboradas por la Ceca, a una de las dos entidades que se ha mantenido al margen del proceso de fusiones: Caixa Ontinyent, con el 40,95% menos.

Con caídas superiores al 30% figuran Caja 3, formada por la CAI y Caja Círculo (ambas ligadas a la Iglesia católica) y Caja Badajoz, ahora integrada en Ibercaja y en proceso de unirse los dos grupos con Liberbank, que ha destinado a su Obra Social el 36,03% menos; BMN (unión de las cajas de Murcia, Penedés, Granada y Sa Nostra), con el 32,24%; y CajAstur (más CCM), promotor de Liberbank (30,45%).

Por encima del 20% de descenso de aportación a la Obra Social Caja Cantabria (grupo Liberbank), con el 28,25%; Unicaja (más Caja Jaén), que ha puesto el 25,07% menos que en 2009; Ibercaja (24,47%); CatalunyaCaixa (23,52%); NovaGalicia (22,06%).

4,3 veces menos

UGT no tiene inconveniente alguno en citar un informe del banco de inversión suizo UBS sobre “La economía española en la era de la austeridad”, en el que se estima que la dotación total de las cajas a la Obra Social será de 463 millones de euros en 2013. Lo que supone 4,3 veces menos que antes de la crisis, cuando las aportaciones llegaron a los 2.000 millones.

UBS calcula que más de la mitad será aportado por ‘la Caixa’ y habla de 272 millones, aunque en la mayor caja de ahorros de España mantienen la idea de seguir con los 500 millones anuales de dotación. Cinco entidades no aportarán un solo euro a su Obra Social: CatalunyaCaixa, en proceso de venta; Novagalicia, en busca de inversores privados que eviten ésta; CAM, que ha sido absorbida por el Sabadell; Banca Cívica, integrada en CaixaBank; y Unnim, que ha pasado al BBVA. Bankia aportará el 76% menos que en 2009 (41 millones, cinco veces menos que CaixaBank) y BBK, el 40% menos.

Cada euro destinado a la Obra Social genera 1,66. “La relación entre la inversión realizada y la riqueza creada es cercana a uno, proporción superior a la media de los sectores productivos, lo que refleja el impacto directo de las actividades sociales de las cajas de ahorros”, subraya el informe de UGT. Y genera mucho empleo directo (3.522 en 2010) y, sobre todo, indirecto (27.632, aunque sea el 17,7% menos que en 2009).

“La desaparición de la Obra Social, concebida como la obligación de las cajas de ahorros de reinvertir una parte de los beneficios al conjunto de la sociedad, ya está suponiendo un grave deterioro o desaparición en todas aquellas áreas que trabajaba: atención a colectivos más débiles, la cultura, el deporte. De hecho, ya se están produciendo cierres de bibliotecas, hogares de ancianos y reestructuraciones de plantillas dedicadas al trabajo en estas áreas”, concluye el análisis de UGT.