Los agentes de seguros no son, precisamente, el elemento con más glamour del sector. Pero canalizan cada año unos 15.000 millones de euros. Y junto a mediadores y operadores de bancaseguros acaparan el 64% de todo el negocio asegurador, que en 2011 ascendió a 60.592 millones de euros en primas recaudadas. Precisamente por ello tiene más interés la publicación de obras como “El agente de seguros y su Responsabilidad Civil. Ley 26/2006 de Mediación de Seguros y Reaseguros Privados”, de José María Elguero, director del Servicio de Estudios de Marsh España, por parte del Instituto de Ciencias del Seguro de la Fundación Mapfre.

El acto de presentación contó con la presencia de Filomeno Mira, vicepresidente de la Fundación Mapfre, y de Flavia Rodriguez-Ponga, directora general de Seguros y Fondos de Pensiones.

José María Elguero aprovecha la presentación de su trabajo, revisión, actualización y ampliación de su obra “El contrato de agencia de seguros” (publicada en el año 2000), para elaborar un decálogo sobre los “errores y negligencias profesionales” más frecuentes entre los agentes de seguros. Entre ellos, no dar orden de emisión o cancelación de pólizas; la prescripción de plazos en la tramitación de siniestros; no dar orden de aumento de límites o de aplicación de nuevas coberturas en las pólizas; errores en el asesoramiento de coberturas; no revisar la documentación contractual una vez firmada.

También, los errores en la regularización de altas y bajas de asegurados, que pueden ser muy graves en empresas con muchos trabajadores y con una gran rotación de personal. La relación elaborada por José María Elguero incluye la no liquidación de la prima, que puede dar lugar a la carencia de cobertura para el asegurado en el momento de producirse un siniestro; la interpretación errónea de las cláusulas de la póliza; la contratación de ésta sin el consentimiento del tomador. Y, sobre todo, el manejo irregular de daros personales del asegurado.

En este sentido, José María Elguero subraya que el tráfico de datos personales es un delito contemplado en el Código Penal, en el que hay además una responsabilidad administrativa y otra civil. “Lo más importante es la indemnización que corresponde a la responsabilidad causada por la utilización indebida de datos personales, y que afecta sobre todo al titular de la cadena de protección de éstos”, señala.

Al mismo tiempo, el autor de la obra recuerda que “la póliza de Responsabilidad Civil Profesional solamente cubre las actuaciones realizadas por el agente de seguros en el ejercicio de su trabajo”. No las de otras tareas, aunque puedan estar vinculadas, como el asesoramiento financiero.

Poca siniestralidad

José María Elguero destaca que apenas una quincena de compañías de seguros hacen pólizas de Responsabilidad Civil Profesional a sus agentes, generalmente a cambio de una cierta exclusividad no contemplada en el contrato. Por ello, el volumen de primas de este tipo de pólizas “no es muy importante”, aunque también la siniestralidad es muy baja. «Hay, como en muchas profesiones,. acuerdos extrajudiciales» para resolver los conflictos.

Elguero recomienda mejorar el asesoramiento de los agentes de seguros a sus clientes para evitar posteriores reclamaciones, vigilando especialmente que los datos queden claros para el tomador de la póliza.

La obra “El agente de seguros y su Responsabilidad Civil. Ley 26/2006 de Mediación de Seguros y Reaseguros Privados”, de 299 páginas, se estructura en cuatro capítulos, en los que se aborda la normativa de la mediación de seguros en España, el estudio de la figura del agente de seguros, el contrato de agencia de seguros y el régimen de responsabilidad civil del agente. De manera especial se aborda el contrato de agencia de seguros, como instrumento jurídico que regula las obligaciones de las partes y los derechos económicos del agente en su labor de mediador. También se analiza el nuevo régimen de responsabilidad civil de los agentes de seguro.