No hay dos sin tres. Grecia vuelve a las andadas y tras dos rescates todo apunta a que el país heleno no va a ser capaz de pagar lo que debe, y cada vez está más cercano un nuevo «default», según se rumorea en Bruselas. Y otra vez más, el coste de la nueva reestructuración recaería sobre el Banco Central Europeo y los gobiernos de la eurozona.

De esta forma, los gobiernos de la eurozona y el BCE tendrán que reestructurar algunos de los cerca de 200.000 millones de euros que les debe Grecia. No es de extrañar que en Alemania y en otros muchos países cada vez sean más las voces que se escuchan a favor de que el país heleno abandone la moneda única. Algunos incluso se muestran convencidos que con ello se quitaría presión a la deuda europea, y al propio euro.

Según un alto funcionario europeo, Grecia se encuentra «fuera de pista» a la vista del análisis de sostenibilidad de la deuda, que según subrayó será «bastante terrible».

A ello se viene a sumar las previsiones sobre la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) heleno, que apuntan a una contracción del 7%, dos puntos más de caída que la prevista con anterioridad.

Pero es que además, desde las elecciones generales celebradas el pasado mes de mayo, en Bruselas se considera que el nuevo Gobierno «no ha hecho nada en los tres o cuatro últimos meses».

Ante esta evolución, la conclusión de los funcionarios europeos es que «la situación en Grecia va de mal en peor» y todos los indicadores apuntan a un empeoramiento del ratio de la deuda soberana, mientras ven cada vez más difícil encontrar soluciones.

Barroso se reunirá con Samaras

Así las cosas, está previsto que este jueves el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se reuna con con el primer minsitro heleno, Antonis Samaras, el próximo jueves en Atenas. El objetivo de este encuentro sería «discutir la situación económica de europa y, en particular, la situación económica de Grecia, según ha confirmado el portavoz del presidente de la CE, Alejandro Ullurzun.

No obstante, y pese a los rumores cada vez más insistentes de una nueva reestructuración de la deuda helena, el portavoz comunitario trato de suavizar la situación asegurando que esta reunión «forma parte de los contactos regulares» que Barrolo mantiene con lso miembros del Consejo Europeo. No obstante, llama la atención que la última vez que Barroso se desplazó a Atenas fue en junio de 2009.

Previa a esta reunión, los «hombres de negro» de la troika de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional se encontraban este martes en Atenas para analizar con el Ejecutivo griego el grado de cumplimiento de los ajustes que se le habían exigido al país a cambio del último rescate. Sus conclusiones serán determinantes para que en septiembre se le haga efectivo el siguiente tramo de la ayuda.

Mientras tanto, el Eurogrupo tendrá que buscar soluciones en agosto para que Grecia cubra sus necesidades de liquidez, aunque en Berlín cada vez se escucha con más insistencia la necesidad de que Grecia abandone la moneda única.