El expresidente de Bankia Rodrigo Rato llegó este jueves a la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso para dar cuenta de su gestión en Bankia con el semblante muy serio y flanqueado por diversos dirigentes del PP, entre ellos el portavoz parlamentario del Grupo Popular, Alfonso Alonso, y uno de sus portavoces adjuntos Teófilo de Luis, así como del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón.

La llegada de Rato a la Cámara Baja ha suscitado una gran expectación entre los medios de comunicación, quienes estaban apostados en las diversas puertas de acceso para capturar la mejor imagen del exvicepresidente del Gobierno.

Sin embargo, finalmente Rato ha accedido a las dependencias del Congreso por el garaje. Una vez dentro, el expresidente de Bankia ha sido saludado en primer lugar por los diputados del PP Teófilo de Luis, Santiago Lanzuela e Ignacio Llorens, y minutos más tarde lo hacía el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons.

Él ha sido uno de los que ha estado acompañándole la Sala Argüelles, donde Rato ha estado esperando a que llegara su turno para comparecer en la Comisión de Economía y Competitividad, en cuya entrada le aguardaban una nube de fotógrafos y periodistas.

Pasados diez minutos de las doce del mediodía, la hora prevista de su comparecencia, Rato se ha dirigido a la citada comisión parlamentaria, pero a su entrada, a la que ha llegado custodiado por los responsables del PP anteriormente citados, no ha querido hacer ningún tipo de declaraciones a los informadores, que le interrogaban entre otras cuestiones si iba a asumir su responsabilidad o si iba a tirar de la ‘manta’. «Van ustedes a escucharme aquí», se ha limitado a contestar.

Ya en la Comisión de Economía, que se está celebrando en la Sala Ernest Lluch, ha continuado el interés de los medios de comunicación en captar todos los movimientos del expresidente de Bankia, que ha esperado paciente a que se retiraran para proceder a dar las explicaciones pertinentes sobre la crisis que desembocó en la nacionalización de la cuarta entidad financiera española.