El informe anual emitido por S&P destaca la “fuerte gestión económica y financiera de Barcelona y su compromiso con la estabilidad presupuestaria” y añade que la ciudad tiene “una economía saneada y una posición de liquidez y de solvencia muy positiva” por lo que le  mantiene la calificación intrínseca de “aa”.

Según la agencia esta calificación refleja que el nuevo equipo de gobierno sigue en la línea de mantener un gran compromiso con el rigor presupuestario y “una clara separación entre las decisiones políticas y la gestión pública”. Asimismo destaca el “compromiso con la prudencia fiscal, la disciplina presupuestaria y el cumplimiento de los objetivos financieros” en la actual situación económica.

Sònia Recasens, teniente de alcalde de Economía, valoró el informe como una demostración de “una clara confianza con el modelo implantado en el ayuntamiento, donde la buena gestión de los recursos públicos es la b ase de la confianza y la construcción de un entorno que favorece la inversión y el crecimiento” y añadió que en los actuales momentos es fundamental tanto generar confianza como tener credibilidad. Y recordó que el ayuntamiento tiene una planificación financiera en términos del Sistema Europeo de Cuentas y que ha adoptado las medidas necesarias para pagar a los porveedores en 30 días.

Aunque la ciudad mantiene un rating BBB+ ello está condicionado por la calificación del Estado español. La valoración intrínseca es la valoración específica que da la agencia en el caso que Barcelona no estuviera condicionada por la calificación de la deuda soberana española.

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