El mismo día que la Generalitat no puede afrontar los pagos a los centros sanitarios, educativos y sociales concertados que deja a millares de personas sin cobrar la nómina, el Govern ha decidido plantar al ministro de Economía y no acudir a la reunión del Consejo de Política Fiscal en el que se han de fijar los objetivos de déficit y las condiciones para acogerse a los fondos de liquidez. El portavoz Francesc Homs fue muy duro en su comparecencia para explicar los acuerdos del ejecutivo catalán , desgranando que han esperado cargarse de razones antes de tomar esta drástica decisión.

De alguna manera es la gota que colma el vaso ante una serie de medidas unilaterales que Madrid impone a Cataluña, la última el aumento de los peajes de las autopistas sin siquiera consultarlo y que ha soliviantado a buena parte de la sociedad catalana en unos momentos que un sector ha iniciado una campaña para no pagar los peajes.

El portavoz desgranó un memorial de agravios que recibe Cataluña por parte del Gobierno central y que dificultan su normal actuación, “pese ha haber tomado decisiones muy impopulares” para alcanzar los objetivos de la reducción del déficit, apoyando y votando medidas por las que ha sido muy criticado y señaló que “esta cooperación no ha sido de palabra, sino también con hechos”.

“Se nos propone que vayamos a una reunión, con decisiones unilaterales cerradas y barradas, sin opción al diálogo, que se nos impone unilateralmente sin ninguna planificación” afirmó antes de pronunciar un contundente “el Estado nos falla”, y se expandió explicando que el Estado reiteradamente “no nos proporciona la liquidez que necesitamos a efectos de funcionamiento ordinario y de refinanciación del déficit”.

No dudó en afirmar que el gobierno catalán, lejos de quejarse, busca cumplir con sus compromisos, incluso tratando de anticipar los problemas, por ello “reclamamos que el Estado asume sus compromisos, nuestra liquidez para afrontar los pagos al final depende de ellos. Ellos han de cumplir y no lo hacen”, se quejó e insistió en que si “Cataluña tuviera la llave de la caja, esta situación no pasaría”.

Finalmente Homs reclamó que el Gobierno español sea capaz de rectificar como lo hizo Bruselas, cuando aceptó a suavizar los plazos para reducir el déficit para poder hacerlo viable, “si Europa ha sido capaz de rectificar, el Gobierno español también lo puede hacer”.

El portavoz explicó que el conseller de Economia, Andreu Mas Colell, había enviado una carta al ministro de Hacienda explicando las razones de su ausencia, entre los que destaca que mientras Cataluña es responsable del 60% de los gastos sólo recibe el 35% de lo recaudado, hecho que se se agrava con las duras condiciones que el Gobierno impone a las comunidades que se acojan al fondo de liquidez, así como que mientras Bruselas acepta rebajar el límite de déficit para España del 5,3 al 6,3%, el Gobierno no ha trasladado esta suavización a las comunidades autónomas.

El Govern espera que esta negativa sea entendida por Madrid y este plante tenga consecuencias positivas para que Madrid rectifique su postura para reconducir la situación.
En cualquier caso las relaciones entre las dos administraciones es manifiestamente mejorable y en muchos sectores se tiene la sensación que unos más que otros están jugando con fuego.