En un ambiente caldeado por la reclamación catalana de un pacto fiscal similar al concierto vasco que ha coincidido con la necesidad de que la Generalitat tenga que acudir al Fondo de Liquidez Autonómico para afrontar los inminentes compromisos financieros y de nóminas, el gobierno catalán escenificará hoy una rebelión en toda regla en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera convocada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El consejero de Economia, Andreu Mas-Colell, no asistirá esta tarde a la cita, que tiene como objetivo fijar el límite de déficit de las autonomías para los próximos años. Así lo ha anunciado esta mañana el portavoz del ejecutivo catalán, Francesc Homs, después de que el lunes el PP escenificará la unidad de sus dirigentes territoriales.

En unos momentos en que el foco de atención se fija sobre España y cualquier gesto supone un mensaje a los mercados, el plante de hoy tendrá una trascendencia simbólica de repercusiones insondables por la imagen exterior que se trasladará del país. Homs ha asegurado que el gobierno de Artur Mas no tiene la intención de desairar al Gobierno, pero ha subrayado que la Generalitat no puede acudir a una reunión donde «las decisiones son unilaterales, están cerradas, sin diálogo e impuestas arbitrariamente».

La principal discrepancia consiste en lo que Cataluña considera un reparto desigual de los esfuerzos para cumplir con el objetivo de déficit que obliga a las comunidades autónomas a sacrificios en su opinión mucho mayores que a la propia administración central y que afectan especialmente a las prestaciones sociales. Según esta visión de la Generalitat, del ajuste global, las comunidades autónomas han de asumir dos terceras partes, cuando gestionan una tercera parte del gasto, mientras que la Administración general del Estado sólo asume una tercera parte del ajuste gestionando el 52% del gasto.

En un duro alegato, el portavoz del gobierno catalán ha justificado el plante de Cataluña “porque no tiene sentido asistir a una reunión en la que todas las decisiones ya están bendecidas sin discusión”. Además, ha añadido que el Gobierno “no cumple, está fallando a Cataluña”, después de que el fin de semana se retiraran las subvenciones estatales a los peajes, de modo que han subido automáticamente un 7% antes de que en septiembre vuelvan a subir como consecuencia del aumento del IVA. La Generalitat reclama al Gobierno que rectifique, como lo ha hecho Europa respecto a los objetivos de déficit del conjunto de las administraciones públicas españolas.

Piden la dimisión de Mas-Colell

Por otra parte, el presidente del grupo parlamentario de Ciutadans (C’s) ha pedido la dimisión del consejero de economía Mas-Colell por el impago de nóminas de los servicios sociales. Albert Rivera ha declarado que «es inmoral que la Generalitat esté en impago de facturas de servicios sociales mientras se mantienen los Consejos Comarcales, 6 canales públicos de TV deficitarios y una red de embajadas por el mundo».

Para Rivera esta situación se debe a «una grave irresponsabilidad de la consejería de Economía y del ejecutivo de Mas por no prever los pagos que deben hacer y para no buscar fórmulas de liquidez». El presidente de C’s ha recordado que «esta situación está sucediendo mientras se siguen dando subvenciones a medios de comunicación amigos, a Òmnium Cultural, manteniendo embajadas en todo el mundo o invirtiendo 200 millones en la compañía aérea Spanair con resultados desastrosos» y al mismo tiempo «están diciendo a los familiares de los ingresados en geriátricos que se lleven a casa en agosto a las personas que atienden».