En un primer semestre marcado por las provisiones para cumplir con las exigencias de las dos reformas financieras del ministro de Economía, Luis de Guindos, el BBVA se ha encontrado con que la morosidad del sector promotor en España se ha disparado y ha crecido 6,13 puntos sobre junio de 2011 hasta superar el 34 %. Mientras la morosidad del grupo permanece estable en el 4% desde diciembre de 2011, en España llega al 5,1% pese a que solamente crece en promotor, con una exposición de 13.874 millones de euros (el 7% menos que en junio de 2011), y en empresas. En este caso, la morosidad llega hasta el 6,9%, con una subida de 1,23 puntos, pese a que la exposición baja el 5%, hasta los 24.781 millones.

En hipotecas, consumo y pymes, la morosidad permanece estable. Cano recuerda que “la morosidad del BBVA en España está cuatro puntos por debajo del sector, cuando en 2009 estaba ligeramente por encima”.

Dentro de ese planteamiento, el BBVA quiere acelerar todavía más la venta de pisos y otros inmuebles adjudicados con la expectativa de desprenderse totalmente de ellos a principios de 2014, “y quitarnos una china del zapato”. «El periodo que estimamos para venderlos osxcila entre 18 meses y 21 meses», explica Ángel Cano, quien destaca que el grupo ha vendido unos 2.500 inmuebles (1.000 en el primer trimestre, 1.500 en el segundo) en el primer semestre del año, un 40 % más que el año pasado.

«Vamos a seguir probando a ajustar los precios mes a mes para acelerar las ventas y dejar el balance a cero lo antes posible«, señala el consejero delegado del BBVA, que insiste en que se trata de vender “sin pérdidas”, aunque éstas se encuentran cubiertas por las provisiones. El director financiero del grupo, Manuel González Cid, recuerda que el BBVA tiene en marcha una operación de venta de una cartera de activos «dañados» valorada en 2.000 millones de euros.

Los activos procedentes de adjudicados ascendían a 8.759 millones de euros a cierre de junio.De esa cantidad, 5.752 millones proceden de activos ligados a la promoción inmobiliaria, y 1.791 millones vienen de operaciones de financiación para la compra de viviendas por particulares.

Sin cambios en dividendo y en Telefónica

“No vemos motivo alguno que nos induzca a cambiar, hoy por hoy y con la información que tenemos, nuestra política de dividendos”, contesta Ángel Cano cuando se le pregunta si el BBVA va a seguir los pasos de Telefónica.

Precisamente, el banco ha aclarado que su participación cercana al 7% en Telefónica no es estratégica y que buscará el momento «más oportuno» para venderla, que “no es este momento”. Cano precisa que el BBVA, como accionista con representación en el consejo de administración de Telefónica, «apoya» los acuerdos adoptados, pese a que tendrá un impacto negativo en las cuentas de banco. «La cancelación del dividendo no ha cambiado nada. Mientras sigamos teniendo una participación en Telefónica, seguiremos manteniendo un compromiso como el inversor cualificado que somos, aportando nuestro compromiso y participando en el consejo de administración», argumenta.

El director financiero del BBVA, Manuel González Cid, precisa que la cancelación del dividendo de Telefónica tendrá un impacto de 100 millones de euros menos en las cuentas del banco durante este año, y de 250 millones en 2013.

Tampoco va a haber cambios en la remuneración de los directivos y de los consejeros del BBVA. Su consejero delegado subraya que al banco «no le hace falta seguir a nadie«, en alusión al anuncio hecho por su homólogo del Santander, Alfredo Sáenz, en la presentación de los resultados semestrales, y recuerda que desde 2009 los sueldos de los directivos del banco han bajado entre un 20% y un 40 %.

Sin presión para vender

Aunque se queje de las “elevadas demandas regulatorias”, el consejero delegado del BBVA enfatiza que “no tenemos presión para vender”, en referencia a la operación en marcha con las administradoras de pensiones en América Latina. Esa venta no reduce la importancia de América Latina para el grupo: “Es clave y lo seguirá siendo”. Ángel Cano insiste en que la estrategia del BBVA en la zona es “de crecimiento, no de cerrar filiales, de tratar de aprovechar todas las oportunidades de crecer, tanto orgánicamente como inorgánicamente”.

Aunque reconoce salidas de depósitos de empresas, fundamentalmente filiales de multinacionales, por las bajadas de calificación, el consejero delegado del BBVA destaca el crecimiento de 1.600 millones en esta partida, a los que hay que sumar los 2.000 millones en pagarés. “No cambiaremos nuestra política de pasivo, que se basa en pagar 60 puntos básicos menos que la media de la competencia”, insiste Ángel Cano.