Escribir lo que a continuación vas a leer puede someterme a varios juicios. Uno de esos juicios, donde se está con el bueno o con el malo. Puede que pienses que estoy con el malo, o que estoy con el bueno. Pero pienses lo que pienses, es mi humilde opinión como ciudadana de a pié y a la que le duele y afecta la situación económica y a la que está llegando este país.

Este fin de semana veía por la televisión en un programa de debate de una famosa y polémica cadena, una entrevista a Manuel Sánchez Gordillo. Para quien no lo sepa, este hombre (que desempeña el puesto de alcalde) ha sido el cabecilla de unos hechos sucedidos en un famoso supermercado. El hombre, junto con más gente entraron en el supermercado como puede entrar cualquier cliente, con carrito en mano, y salieron por la puerta sin pagar con varios carros de comida, de alimentos de primera necesidad, cargados hasta los topes. Salieron sin pagar y evidentemente hubo un enorme revuelo en el supermercado, donde alguna cajera se encaró con Gordillo y su gente, y la cosa terminó sin violencia pero sí que acabó en lágrimas por parte de la cajera que como digo, trató de evitar que esa gente saliese del supermercado sin pasar por caja, y en nervios, ya que todos, de la manera que fuese, pasaron nervios. Nunca es plato de buen gusto tener que entrar a un supermercado y salir sin pagar.

Gordillo y toda la gente que le apoya hicieron esto para captar la atención de los medios y de los políticos y en general de todo el mundo. Fue un toque, para que de una vez por todas se sepa que las cosas están muy mal. Que hay familias que no tienen ni para comer, y que por consiguiente el gobierno no hace nada, solamente nos regalan recortes, pero ninguna solución para todas las familias, para todos los jóvenes que siguen en paro, sin trabajo y sin comida que echarse a la boca.

Quiero exponer, claramente, que estoy a favor de este señor, de Gordillo, como he dicho antes, a pesar de que la gente se me eche encima. A ver, Gordillo quería conseguir comida para dar a la gente que no tiene, gente para la que vivir cada día es un reto, ya que no disponen de dinero para comprar lo más básico como es un paquete de legumbres o un cartón de leche. Este hombre, entró en el establecimiento como bien ha repetido cien veces, sin realizar ningún tipo de asalto y sin utilizar la violencia. Trataba de explicar, con este gesto, que la situación está llegando al límite. No quedaba otra y se ha hecho.

Realmente muchos de nosotros no sabemos lo que es no tener comida para llevarse a la boca. Tal vez tenemos un sueldo mensual y más o menos nos organizamos y cada día tenemos un plato de comida sobre la mesa. Pero existe gente que no tiene ni sueldo mensual, ni comida.

Gordillo entró en este famoso supermercado a por alimentos de primera necesidad. Varios carros llenos con los que varias familias podrán comer durante semanas. Gordillo ha pedido y pide, y no se cansa de pedir, que por favor, se haga una ley o se obligue a los supermercados a no tirar a la basura los alimentos que están a punto de caducar o aquellos alimentos que tengan alguna rotura pero que son aptos para comer, aunque no para vender. Pide esto a grito pelado. Pero nadie le hace caso. A la gente nos da igual que se tiren toneladas de comida a la basura, porque claro, como nosotros tenemos para comer… es la ley de “sálvese quien pueda”. Y así nos va.

Está claro que no está bien entrar en un supermercado o una tienda cualquiera, coger algo y salir sin pagar. Pero está claro también que tal y como están las cosas, si no se hacen cosas de este tipo aquí nadie te hace caso. Ha llegado un momento en que o haces algo a la desesperada o te mueres de hambre.

Yo ahora mismo tengo para comer. Pero si alguna vez no tuviese para comer pediría ayuda, y si no me dan la ayuda tendría que coger comida (que no robar) de algún sitio, y más aún si tengo más bocas a las que alimentar. Como Gordillo tendría que hacer algo para una de dos: llamar la atención y que me den un trabajo o una solución a mi problema o poder comer, sin más.

Gordillo ha entrado con gente que le apoya en este supermercado. Muchas personas lo insultan y dicen que tiene que ir a la cárcel. A la cárcel por robar comida. Es muy triste. Porque esta misma gente que lo dice, es la gente que cada mes dispone de una suculenta nómina o que simplemente no tienen problemas para llegar a fin de mes. Tal vez toda esta gente no ha pasado hambre nunca ni ha visto llorar a sus hijos porque tienen el estómago vacío. Tal vez no han visto la tristeza en los ojos de sus hijos, de su familia y en definitiva no hayan sentido que le roban un derecho tan simple como el derecho al trabajo para poder alimentarse.

Lo que ha hecho Gordillo, resumiendo, ha sido el primer paso, para que más gente se atreva a salir a la calle a manifestarse como pueda, ya sea cogiendo comida sin pagar o llenando calles y calles pidiendo un poco de trabajo o comida. Solo eso. Es el primer paso, y espero, que esto (y no me refiero a entrar en supermercados a coger comida, sino a la lucha por nuestros derechos comunes) continúe y se  proporcione una solución para las miles de familias sin trabajo y con hambre que hay, y habrá.