El voluntariado social, que en países como Estados Unidos se considera normal, en España empieza a ser practicado por doquier. No solo individual. También las grandes compañías promueven el voluntariado entre sus empleados en el marco de su responsabilidad social. A finales de 2005, La Caixa fue precursora de esta actividad con un programa que ha registrado en los primeros seis meses de 2012 nada menos que 4.400 trabajadores de la entidad de la estrella de Miró, en activo y jubilados, que se han comprometido con un total de 1.087 acciones de voluntariado. La participación acumulada en este periodo ha sido de 8.300 voluntarios repartidos por todo el país que con su tiempo y entrega han ayudado a más de 39.134 beneficiarios.  La cifra supone un crecimiento del 10% respecto al año pasado.

Las actividades más habituales en las que participan los voluntarios van desde el acompañamiento a personas mayores y niños hospitalizados, hasta la organización de jornadas con colectivos con discapacidades o en riesgo de exclusión social. El programa diseñado por la Obra Social de La Caixa cuenta con la colaboración de 40 asociaciones de voluntarios en diferentes ciudades  españolas. Cataluña (1.972 voluntarios), Andalucía (715) y la Comunidad Valenciana  (240 voluntarios), son las comunidades autónomas que registran más solidaridad del grupo de empleados.

Según la entidad, los objetivos del programa de Voluntariado de la Obra Social «la Caixa» son, en primer lugar, fomentar el voluntariado entre los más de 27.000 empleados del grupo, facilitando al personal empleado, jubilado y sus familiares, la realización de acciones de voluntariado en beneficio de la sociedad, a través de las diferentes asociaciones de voluntarios La Caixa presentes en el  territorio español, y también, contribuir a la mejora de los sistemas de gestión del voluntariado de las entidades sociales sin ánimo de lucro que trabajan con voluntarios.

Fuerza transformadora

Hace dos años nació FASVOL, la Federación de Asociaciones de Voluntarios de La Caixa. Su presidente, Luis Romeu, señala que muchas veces la importancia del voluntariado suele traducirse en un número determinado de horas de dedicación, “cuando realmente la acción voluntaria se convierte en una dinámica, en una fuerza capaz, en que el discapacitado se sienta integrado, en que la mujer maltratada se sienta persona, una persona mayor se sienta acompañada, que el inmigrante se sienta acogido, que el enfermo se sienta vivo… ésta es la verdadera fuerza del voluntario y que desde FASVOL, queremos empujar y facilitar».

La actividad de los voluntarios de La Caixa se reparte entre cinco grandes ejes: actividades lúdicas y educativas para los más desfavorecidos, colaboraciones en programas de organizaciones sociales, acciones solidarias conjuntas de todos los voluntarios de La Caixa, actividades medioambientales, cooperación internacional para la mejora de gestión de ONG de los países en desarrollo. Se trata de actividades en las que también participan sus familiares.

Los voluntarios de las 40 asociaciones de la entidad que preside Isidro Fainé han participado durante estos años en iniciativas como las diferentes actividades de colaboración con inmigrantes  para una mejor integración social o la organización de diferentes eventos deportivos y culturales con colectivos en riesgo de exclusión social o discapacitados, entre muchas otras. Las actividades más habituales, sin embargo, son la dinamización de las diferentes CiberCaixa hospitalarias que la entidad tiene en hospitales de todo el país o la organización de actividades lúdicas y educativas  adecuadas para personas con discapacidades físicas, psíquicas y sensoriales y para niños en riesgo de exclusión social como menores tutelados o procedentes de familias sin recursos.

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