De Tarifa a Tánger nadando. Y vuelta si se quiere. Con neopreno o a pelo. Por relevos o solo. Éstas son las modalidades de esta prueba, poco conocida, pero a la que acude gente de todo el mundo.. tanto tanto que incluso hay lista de espera, aunque pueda parecer algo de locos.

Esta prueba que une Tarifa con la costa de Tánger se lleva celebrando desde 1928. En sus inicios eran los pescadores quienes se encargaban de organizarla pero desde finales de los noventa, el cruce es gestionado por Acneg, la Asociación de Cruce a Nado del Estrecho de Gibraltar.

Las travesías se llevan a cabo desde mayo a octubre y el periodo de inscripción se abre a primeros de diciembre: el cupo de cruces (se realizan entre ocho y diez al mes) se llena en apenas quince días. Y eso que la prueba no es especialmente económica: 1.700 euros destinados a pagar el barco guía (que cuenta con un botiquín de urgencia y una botella de oxígeno en caso de necesitarla) y la zodiac que acompañarán en todo momento al nadador. La cantidad también incluye las gestiones que la asociación debe realizar con las autoridades marroquíes. Aparte, certificado médico que pruebe el estado de salud del nadador, el seguro (si quiere contratarlo) y el alojamiento en Tarifa, que será de varios días. ¿Por qué? Porque no se sale al mar en cualquier momento, hay que esperar las condiciones óptimas. “El principal problema de este cruce son las corrientes, que suelen ir del Atlántico al Mediterráneo, y la climatología, que es imprevisible”, explica Rafael Gutiérrez, de Acneg.

Un 70% de los inscritos son hombres. La mayoría nada sin neopreno. ¿Por qué si neopreno?: “A mi particularmente me molesta al nadar y además no tienes las mismas sensaciones”, comenta el ejecutivo Santiago Ferrada, que abordó este reto en mayo pasado. ¿Cuánto se tarda? Pues depende de las corrientes, que pueden llevarte a uno u otro lado de la costa marroquí. Se puede ser un nadador experimentado, pero si las corrientes van en contra, lo tendrá difícil. Los hay que tardan entre 4 y 5 horas, otros, algo más de dos. El récord lo tiene un griego que lo hizo en 2 horas y 16 minutos. David Meca realizó el triple cruce en 14 horas y 5 minutos.

La distancia recorrida oscila entre los 18 y 20 kilómetros, siempre a merced de las caprichosas corrientes. La prueba se inicia cuando el nadador se zambulle en isla Tarifa y toca tierra. Se dará por concluida, en el caso de que sea de ida, cuando vuelva a tocar tierra al otro lado del Estrecho. La zodiac acompaña en todo momento al nadador y el barco guía se encuentra a unos 20 metros delante de él y le irá guiando en función de las corrientes.

Consejos: es conveniente estar acostumbrado a nadar en aguas abiertas, y si se hace sin neopreno, ojo con el mes escogido porque el agua puede encontrarse a unos 16 grados. “Intentamos el cruce de un chico de San Francisco que estaba acostumbrado a las aguas frías y lo tuvo que abandonar”, cuentan en Acneg. La tasa de abandono oscila entre un 7% y un 8% y no se realiza ninguna devolución del precio aunque la prueba no se finalice.

Y un par de curiosidades: el nadador puede encontrarse con algún bichito (por ejemplo, delfines) pero lo que sin duda sí verá serán buques y demás embarcaciones: unos 300 barcos, sin contar ferries, navegan diariamente por esta autopista marítima. Y no imagine que los verá de lejos: la asociación les avisa de la prueba y, en caso de que no atiendan a razones (lo que sucede en muy rara ocasión), paran el cronómetro, retiran al nadador y vuelven a situarlo en el mismo sitio cuando el barco haya pasado.

Lucía Martín. http://twitter.com/Luciamartin