¡El príncipe es un vicioso!

26/08/2012

diarioabierto.es.

¡Por todos los dioses, por las numerosas patrias del planeta y por los reyes y reinas de la Tierra! Un joven lozano y sano haciendo el gamba en la intimidad de su suite. Un veinteañero ejercitando su privacidad en su tiempo de ocio. Un hombre de anatomía fibrosa mostrando atributos ante un grupo de amigos. ¡Habrase visto semejante desfachatez y sinvergonzonería! ¡Dónde vamos a ir a parar! ¡Esta juventud corrompida, escandalosa, maleante e indecorosa!  Claroooooooo es que ninguno de ustedes hace lo que le place en la intimidad. Ni se ha tomado una copa -o dos, o las que les haya dado la real gana-. Ni se achispó jamás. Ni ha fornicado nunca. Ni se divirtió en sus años mozos. Ni por supuesto, a sus hijos -de idéntica edad a la de Harry- se les pasa por la cabeza disfrutar de una buena juerga. No señor. Todos rezamos el rosario en familia, especialmente en vacaciones, dedicamos nuestros períodos estivales a la conservación de la fauna y flora en peligro de extinción, destinando nuestro tiempo libre a colaborar en los comedores sociales, visitar museos, empaparnos de densa y pretenciosa literatura o aprender lenguas muertas.  En silencio. En soledad. Prácticamente levitando por la catarsis que nos provoca semejante dechado de virtudes que estamos hechos.

Eso sí, he de reconocer que Harry de Inglaterra ha pecado. Y mucho. De pardillo. Una vez más. Primero, por imprudente. No se puede actuar de esa guisa con dispositivos móviles ajenos danzando alrededor: los móviles de terceros los carga el diablo -y los propios si los pinchan ilegalmente, of course-. Segundo, por confiado. La confianza es una bendición que determinados personajes públicos no se pueden permitir: en esta sociedad de valores livianos los traidores crecen como los champiñones y se reproducen como las cucarachas. Y los que se autoproclaman amigos del alma te venden por un puñado de monedas, como el mismísimo Judas. Menudo desagraciado el que haya filtrado las fotografías. También tiraré de las orejas a “The Sun”: comprendo como nadie el interés morboso de las imágenes pero carecen de interés informativo. Aunque esto es discutible, faltaría más.

Y un pequeño rapapolvos para todo el patio: hay que aprender a diferenciar el cargo o el personaje público de la persona que hay detrás. Es tan exigible un comportamiento intachable en el desempeño de funciones públicas e institucionales como obligado un respeto a la libertad individual en la más estricta intimidad -siempre que no se trate de actuaciones delictivas-. Y créanme, a mi humilde parecer, una noche de risas y despelote entre jóvenes ávidos de experimentar no lo es.

Más escandalazo me parece que desaparezcan miles de millones de las cajas de ahorros autonómicas y los culpables estén en la calle -forrados por lo trincado-, que un diputado que cobra 5.100 euros al mes diga que las pasa canutas cuando hay más de cinco millones de desempleados, que nos dirijan representantes que pactan con asesinos, que se exprima al ciudadano honrado con impuestos asfixiantes mientras se concede amnistía a los grandes defraudadores, que se utilice la maquinaria del Estado para espiar y chantajear impunemente, que se volaticen fondos públicos en ERES fraudulentos, que se mantenga una estructura del Estado inviable que sólo beneficia a amigos y familiares de unos pocos mientras los jubilados pasan hambre, o que se pretenda cobrar porque los chavales lleven tupper al cole mientras decenas de diputados con múltiples propiedades en Madrid cobran dietas por alojamiento. Por citar así, sobre la marcha, unas cuantas cosas que me vienen a la cabeza. Menos moralina barata, menos hipocresía social y menos sentencias fariseas: miremos más a la viga en el ojo propio.

Twitter: @CarmelaDf

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5 pensamientos en “¡El príncipe es un vicioso!

  1. Habría q poner algún tipo de coto en los medios para q las imágenes provenientes de la esfera privada no pudiesen ser publicadas sin el consentimiento de los que aparecen. Al final se acaban aprovechando económicamente los que venden las fotos hechas dentro de un entorno íntimo

  2. el último párrafo son escandalos para enmarcar. Que un chaval esté de juerga con sus amigos y más en un ambiente de amigos no lo es.

  3. La echábamos en falta. Siga usted con su prosa joven, abierta y completa. Leo con mucho agrado sus artículos por su veracidad y realismo.

  4. Tiene usted mucha razón. Pero yo añadiría algo más, los que tanto rebuscan tanto en la vida de los otros es porque tienen unas vidas propias carentes de todo interés. Esos buitres de carroña ajena lo que provocan es lástima.

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