Tarta helada

30/08/2012

Patricio Sesma Granell, restaurador. Desde que se publicó que el sol nos va a lanzar unas llamaradas que nos van a dejar fritos, tengo la mente más “atontada” pero mucho más caliente.

Cada día entiendo menos lo que pasa en este país.

Uno abre el periódico, bueno en mi caso lo enciendo ya que está dentro de mi ordenador, y se desayuna unas historias dignas de la 13 Rue del Percebe.

Ahora resulta que en la hoguera de la casa cordobesa de los Bretón, SI hay restos de huesos humanos y coinciden con los de los niños. Ya sé que estamos acostumbrados a que los del CSI de la tele no se confundan, pero me parece a mí que aquí hay alguien que ha metido la pata hasta el corvejón.

Y tras el dolor que me supone admitir que haya bicharracos humanos capaces de cometer horrores como éste, me pregunto, ¿rodarán cabezas?, o como con la crisis, ¿nos quedaremos igual que estábamos? ¿Alguien va a pedir perdón?

Me imagino que los “estamentos” harán las mismas declaraciones que los imputados en el caso de los ERE, es decir ninguna, o alguna que no explique nada.

Con este tema del ERE  hay que tener unas tripas para desayunárselo de mucho preocupar. ¡Van al parlamento y se callan! ¡Y tienen los “eggs” de no decir nada! Pena que no estaba yo por allí; les arreo un guantazo que cantan hasta jotas en verso. Eso sí, yo hubiese ido a la cárcel y ellos no, como pasa siempre.

¡Vaya! Hay un diputado que con 5.100 € no llega a fin de mes y las está pasando canutas. Y además leo que el pobre esta sufriendo mucho ya que las redes sociales le están crujiendo.

¿Sólo crujiendo? ¡Vente “pa ca” hermoso que te voy a dar yo 400 crujientes golpecillos con el plan prepara en mitad de tus ideas!

¡Hoy voy a la cárcel seguro! Y ellos no.

Leo que los que entienden de forrarse con la economía han bajado y subido a la prima de riesgo, la han manoseado y han hecho lo que han querido con ella.

Ahora parece que están tranquilos y la han hecho bajar, aunque parece que el bocazas alemán, que no quiere darle tiempo a Grecia, ha soltado un improperio de los suyos, la prima se ha calentado y ya va para arriba otra vez.

Y me pregunto yo, ¿quién es más “puta” (perdón por el vocabulario, pero es que a uno ya le hacen decir hasta lo que no debe), la prima de riesgo o los que la manejan?

He decidido ir a la cárcel, así que declaro solemnemente que los que lo manejan.

¡Mira que tengo que decir verdades! Y sólo porque quiero ir a la cárcel y así no estar preocupado ni del paro, ni de llegar a fin de mes, ni de  que si cobro el sueldo, ni de que si me quitan la paga extra, ni de si me van a aplicar un ere, etc.…

Si ya lo decía mi madre, con la verdad por delante se solucionan todos los problemas.

Vaya, que debe ser verdad lo del sol y el calentamiento climático, incluso leo que a un matrimonio en Australia le han prohibido  practicar el sexo porque son muy ruidosos. ¿Y qué culpa tendrán los pobres de que  las llamaradas del sol, el calentamiento global y las soplapolleces que nos cuentan les hayan encendido vilmente?

¡¡Si es que los políticos con tal de joder!!

Para enfriar el ambiente, y en espera de esas llamaradas solares, nada como una buena tarta helada de tres gustos que se la dedico a los niños, ya que ellos siempre dicen la verdad, y el perro sarnoso que los ha acallado que se pudra y reviente en la cárcel.

TRATA HELADA DE TRES GUSTOS

Ingredientes:

1/2 litro de helado de frambuesa.

1/2 litro de helado de chocolate.

1/2 litro de helado de vainilla.

24 galletas de chocolate Oreo.

2 envases de mouse de chocolate.

Coco rallado y si es para los niños virutas de chuches

1 palet de muchas ganas de fregar y limpiar si se les deja hacer a los niños

Instrucciones:

Primero dejamos que se calienten un poco los helados para que se puedan manejar.

Cogemos un recipiente de vidrio y lo forramos por dentro con papel film de cocina.

En el recipiente vertemos el helado de frambuesa y lo alisamos con una espátula.

En esta superficie, añadimos 6 galletas oreo machadas.

Vertemos el helado de chocolate y realizamos la misma operación  y colocamos otras 6 galletas machacadas.

Repetimos operación con el helado de vainilla y terminamos espolvoreando el resto de las galletas.

Tal y como está lo metemos en el congelador mínimo 4 horas.

Para servirlo lo vamos a desmoldar colocando un plato en la superficie abierta del recipiente y lo volteamos.

Lo recubrimos con la mouse de chocolate y espolvoreamos el coco rallado o las chuches.

¡¡Buen provecho!!

Patricio Sesma Granell es director del restaurante Bokado de Madrid

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