La Fundación Mapfre pronostica un año “muy complicado” para el seguro

03/09/2012

Miguel Ángel Valero. Aunque el ramo de Vida sufrirá por el mal panorama de la banca, productos como Rentas Vitalicias, PIAS, PPA y Fondos de Pensiones ganarán peso. Lo mismo que los fondos de inversión.

Malos presagios, como en la novela de Gunter Grass. Pero con matices, porque ese pesimismo no afecta de la misma manera a todos los ramos ni a todos los productos del seguro en España. El Instituto de Ciencias del Seguro de la Fundación Mapfre señala que “la complicada situación económica internacional, especialmente de la eurozona, los modestos resultados de las inversiones, que continuarán viéndose afectados por los bajos tipos de interés, y los cambios normativos, supondrán un importante desafío para las aseguradoras, especialmente para las de Vida”.

Precisamente, en Vida las perspectivas muestran un ejercicio “complicado, especialmente por el panorama que atraviesa el sector bancario”. Los acuerdos de bancaseguros, que aportaron en 2011 el 70% del volumen de primas, “sufrirán una transformación en paralelo a la reordenación del sistema financiero, y se verán afectados por las exigencias que el sector deberá asumir para apuntalar su solvencia”. Además, el seguro de Vida-Riesgo seguirá sufriendo la caída de la actividad crediticia, al no lograr desvincularse de la contratación de préstamos.

No obstante, dentro de los productos de Ahorro-Jubilación, las Rentas Vitalicias “seguirán gozando de buena aceptación al aprovechar los intereses a largo plazo de las subastas de deuda”. “De la misma manera, los asegurados continuarán centrando sus preferencias en productos de interés garantizado, como los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) o los Planes de Previsión Asegurados (PPA), y puntualmente en aquellos seguros que ofrezcan atractivas rentabilidades”, insisten los expertos del Instituto de Ciencias del Seguro de la Fundación Mapfre.

La subida del impuesto sobre las rentas de capital, que se aplica desde el 1 de febrero y que afecta directamente a los depósitos bancarios, beneficia en términos comparativos, tanto a los fondos de inversión (donde el pago del impuesto se puede ir difiriendo en el tiempo), como a los Fondos de Pensiones, ya que “sus ventajas fiscales se hacen más atractivas en este contexto”.

En cuanto a los fondos de inversión, siguen las “numerosas incertidumbres en el plano económico, financiero y político, por lo que parece que lo más lógico es que los mercados continúen con una tónica de inestabilidad y elevada volatilidad”. Por lo tanto, los inversores seguirán adoptando una actitud de cautela y elevada aversión al riesgo, decantándose por la liquidez y otros activos refugio, hasta que se vaya aclarando el panorama. Como punto positivo a favor de la Bolsa están unas valoraciones muy por debajo de sus medias históricas que las hacen más atractivas que al resto de activos. “Los índices tienen recorrido, pero podrían seguir presionados en el corto plazo por las dudas sobre el ciclo y sobre las financieras», opinan estos expertos.

Respecto a los Fondos de Pensiones, el sector espera una mejora en el tratamiento fiscal y en las aportaciones, tal como recogía el programa electoral del PP, que apoye el gran potencial de crecimiento que tienen los sistemas de previsión social complementarios.

Los tipos de interés continuarán siendo muy bajos, probablemente durante largo tiempo, lo que llevará a las aseguradoras a centrarse en productos de protección frente al riesgo, en lugar de en productos de ahorro con garantías a largo plazo”, señala el informe sobre “El mercado español de seguros en 2011”.

Menor demanda de aseguramiento

En No Vida, las perspectivas también son “muy complicadas” debido a la débil situación económica, el elevado nivel de desempleo, un alto grado de endeudamiento de los hogares y empresas, y serias dificultades de acceso a la financiación. Dentro de este contexto recesivo, agravado por políticas de ajuste destinadas a restablecer el equilibrio presupuestario en un corto espacio de tiempo, las aseguradoras “tendrán que seguir haciendo frente a una menor demanda de aseguramiento provocada por una disminución en la renta de las familias y una menor actividad empresarial, una competitiva tarificación debido a la fuerte competencia en primas que existe en la mayoría de los ramos No Vida, y una escasa rentabilidad financiera como consecuencia de los bajos tipos de interés”, alerta el Instituto de Ciencias del Seguro.

En Autos, el principal ramo No Vida, las ventas de vehículos continuarán descendiendo, provocando estabilidad en el parque asegurado y aumento de la antigüedad, lo que probablemente se traducirá en un descenso de primas del sector por reducción de coberturas, especialmente en el segmento de motocicletas y ciclomotores. También se prevé que el nivel de exposición al riesgo continúe disminuyendo, al mantenerse el alto precio de los carburantes y disminuir la renta disponible de las familias. Como consecuencia, “el mercado podría estar tentado a continuar con la guerra de precios”. Igualmente, se espera una caída en los rendimientos financieros, y por tanto, en la ratio final del resultado técnico financiero.

No es probable la implantación del nuevo Baremo de Automóviles en 2012. Existen incertidumbres de cómo pueden afectar los posibles cambios tributarios al resultado del sector, no solo por su influencia en la política de precios, sino por la inmediatez de la implantación de la medida y la duración anual de los contratos. Es el caso de la subida del IVA, que se reflejará en los costes. Sin embargo, como los contratos son anuales, no se podrá recoger ninguna actualización en la prima hasta la renovación.

Salud, a la baja

La Fundación Mapfre pronostica que la tendencia de crecimiento del ramo de Salud seguirá a la baja, con una importante incidencia en los seguros de Subsidio, cuyos principales clientes (trabajadores autónomos) se han visto especialmente afectados por la crisis económica.

En el ramo de Crédito, la tendencia de reducción de primas se mantiene y terminará el año en línea con 2011 (con un descenso de entre el 3% y el 4%), con una ratio de siniestralidad bruta superior y en torno al 90%. En Caución, la reducción de primas será del 2%.

En Transportes, no se esperan importantes incrementos de primas en Cascos, habida cuenta de la inactividad del sector de la construcción naval, que es una importante fuente de ingresos para este subramo. Mercancías presenta mayores dificultades a la hora de hacer previsiones, porque se ve más afectado por la coyuntura de crisis internacional. “Seguimos en un mercado muy blando en cuanto a primas y con reducción de la actividad en el mercado nacional. Las posibles mejoras solo pueden venir por un repunte en la actividad del comercio internacional, circunstancia bastante difícil debido al panorama internacional actual”, argumentan en el Instituto de Ciencias del Seguro.

En Ingeniería, los fuertes descensos del ramo Decenal están siendo especialmente significativos este año, pues a la paralización de la nueva producción, se une que cada vez quedan menos riesgos suscritos en años anteriores con primas pendientes de emitir. Todo esto implica que aunque se reactive el sector, “algo bastante improbable”, la caída del volumen de primas continuará en los próximos años. A todo esto hay que añadir la internacionalización de la mayoría de las empresas constructoras, que ocasiona que una parte cada vez más importante de negocio ya no se asegure en España.

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