Los datos de afiliación hechos públicos este lunes por la Seguridad Social han revelado una disminución del número de trabajadores autónomos por segundo mes consecutivo.
Concretarmente de julio a agosto el número de autónomos ha caído en 14.758 personas, lo que supone un -0,5% de afiliados menos en el Régimen Especial. Este descenso supone una pérdida de 476 autónomos al día en agosto.

Según la Federación de Trabajadores Autónomos-ATA, en lo que llevamos de año los cotizantes en el Régimen General de Autónomos han pasado de ser de 3.071.669 en diciembre de 2011 a 3.050.085 afiliados en agosto de 2012 lo que da una idea de las dificultades que está soportando este colectivo –uno de los más importantes en la generación de empleo- para sobrevivir.

Para el presidente nacional de la Federación de Trabajadores Autónomos-ATA, Lorenzo Amor, el final del verano se plantea algo más que complicado para los autónomos ya que “la caída del consumo y la recesión en la que estamos inmersos nos sugiere un otoño-invierno muy duro»

«Por ello solicitamos que el gobierno que pase a la acción y ponga en marcha medidas -añadió-que fomenten el emprendimiento y alivien la difícil situación que atraviesan los autónomos. ATA ha solicitado al presidente del Gobierno una reunión con los autónomos para conocer de primera mano cuales son sus intenciones y previsiones para paliar la situación de asfixia que vive el colectivo. Los autónomos, el motor de la economía se está gripando y hay que hacer un importante rectificado en las políticas para que el motor pueda seguir andando”.

Sin embargo las buenas intenciones de ATA se pueden encontrar una vez más con la realidad ya que el Gobierno del PP se ha venido caracterizando desde su llegada al Gobierno con un doble discurso respecto a los autónomos. Por un lado buenas palabras y contínuas promesas de facilitar su trabajo y por otro una política económica y fiscal totalmente lesiva para este colectivo. La última prueba ha sido la subida del IVA y de las retenciones del IRPF que castiga muy duramente a los autónomos y pone en riesgo su futuro.

Si a ello le añadimos las deudas de las Administraciones con este colectivo, la disminución del consumo por la recesión y la subida de precios como ha puesto recientemente de manifiesto el IPC el panorama no puede ser más desolador para los autónomos, un colectivo con el que el Gobierno del PP se comprometió a ayudar al que saliera adelante, promesas que de momento siguen en el aire a pesar de los rimbonbantes discursos procedentes desde distintas áreas del Ejecutivo.