Suites de distintas dimensiones, terraza solárium, desayuno buffet… y en su interior, un auténtico tesoro. Unas joyas que han pervivido al paso del tiempo. Una colección privada de automóviles antiguos y clásicos en uso, que se exhiben, junto a fotografías del Madrid de principios del siglo XX, motocicletas, micro-coches, surtidores y toda suerte de piezas originales.

Por cierto, entre las suites, sobresale la Familiar, que además de poder albergar hasta cinco huéspedes,  incluye un patio de juegos privado para los más pequeños. El resto de habitaciones son estudios de 35 metros cuadrados. Los productos de baño son de la marca Tous, la del oso y hay wifi gratuita por todo el hotel.

Como extra, los huéspedes del hotel pueden realizar un “Viaje en el Tiempo”. Este viaje, con servicio de chófer incluido, consiste en disfrutar de un paseo por calles céntricas de Madrid; Gran Vía, Cibeles, Puerta de Alcalá o Plaza de España, hasta llegar a la Casa de Campo o El Pardo y, de regreso al Hotel, visitar la colección privada de coches clásicos y antiguos que se encuentra en los bajos del edificio.  Una aventura de tres horas de duración.

Mónica y Charo García Silgo, son las propietarias de esta colección y la idea era rendir homenaje a su padre, al que, desde pequeñas acompañaron por todo el mundo en busca de estos ejemplares, entre los que se encuentran Rolls Royce, Hispano Suiza, Packard…. que forman parte de su colección particular y que las propias empresarias se encargan de mantener, reparar y alquilar para rodajes de películas, bodas o caprichos de millonarios.

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