De acuerdo con estas fuentes, las conversaciones se basan en un plan de ajuste y la asistencia del BCE con la compra ilimitada de deuda española. Los planes de ajuste deberían estar aprobados antes de que se anuncie cualquier tipo de rescate por parte de los socios europeos y las conversaciones están en este momento centras en las exigencias que demandan los acreedores internacionales de España.

Según las fuentes citadas por Financial Times, el nuevo plan de rescate no exigirá nuevos recortes o subidas de impuestos, sino que estará centrado en reformas estructurales de la economía española. No será por tanto un rescate duro a semejanza del griego o el portugués, pero sí más duro que el que pretendía el Gobierno español, que suponía que podría «desviar» fondos del rescate del sistema financiero ya solicitado para otros menesteres, algo que ha sido vetado por parte de la UE y que obliga a buscar otra solución.

El próximo viernes está previsto que el gobierno español anuncie los resultados de las auditorías sobre el sistema financiero, que incluirá las necesidades de financiación qeu bancos y cajas españoles requieren del Mecanismo Europeo de Estabilidad. También se ha anunciado un nuevo paquete de reformas estructurales que debería ser aprobado por el Consejo de Ministros.