Unas cuatro mil personas esperaron el regreso de Artur Mas en el Palau de la Generalitat con banderas independentistas y pancartas entre las que destacaban “Todos con el presidente”. Personalidades del mundo de la cultura, intelectuales y hasta algún empresario corearon el grito de “independencia”. Ello propició que Mas saliera un momento a saludarles a pie de calle, cantó con ellos Els Segadors (el himno nacional” y dijo al grupo que tenía más cercano que “es una demostración que el país está muy vivo y que tiene muchas esperanzas”.

Artur Mas quiere comprometer a una mayoría cualificada del Parlament antes de mover ficha. Por ello aprovechará el debate de Política General que se celebra la próxima semana para recabar el máximo de apoyos –tras el nulo entendimiento de la reunión con Mariano Rajoy- para convocar anticipadamente las elecciones que pretenderá sean plebiscitarias. Por ello concentrará sus esfuerzos en buscar que el máximo número de grupos incluyan en su programa la propuesta de pacto fiscal, punto que respalda la mayor parte del mundo económico catalán. Incluso se barajan como fechas posibles los dos últimos domingos de noviembre o el primero de diciembre.

Todo apunta que de cumplirse esta hipótesis el gran beneficiado de las urnas sería precisamente CiU, que podría tener unos números cercanos a la mayoría absoluta y sus propuestas –junto con las de los grupos nacionalistas- una más que cualificada representación en el Parlament. Con lo que sus tesis independentistas se verían reforzadas y las tensiones con el Gobierno central engrandecidas a la espera de la próxima jugada. También ERC e IC verían reforzadas sus posiciones .

Todos los partidos tienen las pilas puestas para este posible adelanto electoral aunque a alguno le coge a contrapié, como es el caso de un PSC que esta situación le pone entre la espada y la pared, dado la división interna sobre la cuestión nacional. Además el discurso de su primer secretario, Pere Navarro, choca con el del PSOE. El mismo Rajoy comunicó a Mas que dudaba que los grandes partidos nacionales avalaran su propuesta con lo que minó aún más sus posturas catalanistas. Si este partido no levanta cabeza tras su salida del gobierno de la Generalitat y su discurso cada vez es más confuso, corre el peligro de ponerse en contra a todos los nacionalistas por mantener unas posturas muy semejantes a las del PP respecto a los actuales problemas. Pere Navarro  consideró que el encuentro en La Moncloa “sólo ha servido para ampliar aún más la incertidumbre y la inseguridad que sufrimos Catalunya y España”,. Acto seguido calificó a los dos políticos de  “irresponsables” por que en estos momentos de crisis sean incapaces de abrir un camino de diálogo y de pacto” e instó al presidente catalán que explique si su objetivo es la independencia “”y en este caso el PSC no estará a su lado”.

Tampoco le irían bien al PP un adelanto electoral, por ello su presidenta Alícia Sánchez Camacho aseguraba que “no hay nada que justifique unas elecciones anticipadas” y abogó por “sumar y trabajar codo a codo para lograr la recuperación económica, porque no es el momento de rupturas constitucionales”. Sin embargo los populares, caso de una consulta, podrían beneficiar de una fuga de votos del PSC aunque se verían castigados por los recortes del Gobierno central. Se da por hecho que los populares catalanes dejarían de ser el tercer partido del Parlament.

Desde las filas de ERC, su líder Oriol Junqueras reclamó a Artur Mas que “no perdamos el tiempo, hagamos este estado que todos necesitamos” y aseguró que “no podemos permitirnos el lujo de perder la esperanza” y reclamó que “nadie haga este camino más lento de lo estrictamente necesario”.

En cualquier caso todos los partidos son conscientes que la manifestación del 11 de setiembre generó unas expectativas y una ilusión en una buena parte de los catalanes con un mensaje claro . El miércoles al final del partido del Barça en la Champions el campo coreó la palabra “independencia” y en muchos balcones aún ondea la bandera estelada. Por ello muchos –aunque con un significado absolutamente distinto, valoran que los catalanes ya han sufrido muchos reveses como para plantearles nuevas frustraciones. Para unos es la vía independentista a la que se ha sumado Artur Mas y para otros en precisamente centrarse en este camino en vez de buscar salidas a la actual situación económica.

Los tambores de urnas han propiciado que los partidos busquen ya se dediquen más al tacticismo que a buscar soluciones a la actual encrucijada en la que se encuentran las relaciones entre España y Catalunya.