Mantas de palos

30/09/2012

diarioabierto.es.

Esta es la España que tenemos. Esta es la España de la que me avergüenzo. No quiero vivir en un País donde si sales a manifestarte a la calle, para luchar por tus derechos y por los del resto de ciudadanos, te pueden abrir la cabeza en dos. O partirte la espalda y dejarte parapléjico. Y más aún no quiero vivir en esta España nuestra, donde es la propia policía quien se encargará de cargar sobre ti toda su rabia, y de aporrearte con sus porras de cintura para arriba.

No quiero vivir en un País donde la justicia no existe. Donde la persona no importa y si se le tiene que  pegar a alguien hasta hacerle sangrar, se hace. Y no pasa nada. Porque ellos se refugian dentro de unos uniformes muy bien cosidos y protegidos. Y esconden sus cabezas en unos cascos. Y ellos van armados, con sus enormes porras, con las que van abriendo cabezas y haciendo sangrar a quien se les ponga por delante.

Y me da vergüenza decir que soy española. Que vivo en un País que no se ha sabido gestionar, ni se sabe. Un País que permite a estos señores que se supone que tienen que trabajar para mantener el orden (no para derramar sangre en las aceras) a que golpeen a diestro y siniestro a personas que se manifiestan y que solamente quieren hacerse ver.

Las imágenes que he visto estos días atrás me han dado miedo. Parecían sacadas de un videojuego violento o de una película de terror. Cientos de personas huyendo de estos hombres con cascos y uniformes que disparaban (creo que pelotas, de esas que hacen mucho daño), y que iban con sus porras golpeando a todo el que se ponía frente a ellos. Aunque no fuesen manifestantes.

En estas imágenes he podido ver a estos hombres arrastrar a una mujer que podía ser la madre de cada uno, por la calle, mientras la mujer chillaba. Le golpeaban con las porras en las piernas hasta hacerla caer. ¡Dios mío! Qué barbaridad, querer detener a una mujer manifestante que lo más que ha hecho ha sido luchar por sus derechos.

También arrastraron por la calle a un hombre de unos 60 años. ¡Qué poca vergüenza!. Y luego, han venido vídeos en los que sacan a dos chicas de dentro de un bar, y las golpean en la cabeza hasta hacerlas sangrar.

Esto es una vergüenza. Yo no quiero ser española. Me avergüenzo de mi País.

No me gusta la justicia que tenemos, ni el gobierno, ni que estos hombres con casco y uniforme que parecen estar haciendo su trabajo, sean unos sinvergüenzas que sin mostrar sus rostros golpean con todas sus fuerzas a seres inocentes. Lo que no saben es que golpean también el futuro de sus futuros hijos. La España que tendrán sus hijos. No saben que la sangre que han derramado será posiblemente la que un día derramaran sus propios hijos. Aunque a estos hombres, lo mismo eso, ni les duele. Tal vez no tengan ni corazón, o al menos en las imágenes que yo he podido ver veía más a robot programados a dar hasta doler, que a personas con corazón y que tratan de hacer su trabajo de la mejor manera posible.

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