Poniendo el broche final al mes de septiembre, a última hora del día 28 y después de convertirse en uno de los temas más hablados, discutidos, esperados de los últimos tiempos, por fin, sí, por fin, se publicaron los resultados de la auditoría de Oliver Wyman a las entidades españolas.

Aunque ya poco falta por conocer de dicho análisis, intentaremos a continuación resumir el por qué, el cómo y el para qué. Y la gran pregunta, la que quedará en el aire, será si las pruebas realizadas por Wyman supondrán un antes y después para el sistema bancario español. Catorce son las entidades que se han sometido al estudio de la consultora, entidades que representan aproximadamente el 90% de los activos del sistema bancario español. No ha habido grandes sorpresas ni en la cantidad ni en el resultado por entidades. 59.300 millones de euros es lo que podrían necesitar las entidades españolas, cifra muy similar a los 60.000 Mn€ que ya se venían barajando desde hace semanas.

Dos escenarios se han utilizado para hacer el análisis: el primero, el escenario base, considerado el más probable. El otro, el adverso, se ha realizado bajo la luz de un fortísimo deterioro de la situación macroeconómica; este escenario (que considera que el PIB caería un 6,5% en 2012-2014, que el paro llegaría a superar el 27%, o que los precios de la vivienda caerían un 20% este año), solo tiene una probabilidad del 1% de ocurrir.

Bajo estos escenarios, reciben el aprobado Santander, BBVA, CaixaBank+Cívica, KutxaBank, Sabadell+CAM, Bankinter y Unicaza+CEISS. En el medio quedan Ibercaja+Liberbank+Caja 3 y Popular, que superan con éxito las pruebas en el escenario base pero no el adverso. El resto de las entidades, arrojan necesidades de capital en ambos escenarios; los suspensos del curso lo reciben así Banco de Valencia, NCG, CatalunyBank y Bankia. Sin sorpresas.

Aunque las necesidades de capital detectadas podrían ascender a 59.300 Mn€ esto no quiere decir que sea la cifra que finalmente se solicitará en concepto de ayudas. No hay que olvidar que alguna de las entidades que han salido en la foto, como es el caso de Popular, no tiene intención de pedir ayudas, supliendo las mismas por otras alternativas (venta de activos, captación de capital en los mercados,…).

No ha sido la primera prueba de estrés. Y las preguntas se encaminan a averiguar por qué las anteriores no fueron suficientes y por qué en cambio esta sí lo será. Pensamos que en algo se ha aprendido de los errores y que en esta ocasión se han querido erradicar los cometidos en el pasado. Las pruebas de estrés realizadas han implicado a diferentes organismos y entidades y han presupuesto escenarios más duros y más largos que en otras ocasiones. Y lo que es más importante, no se han limitado a anunciar en un tablón de anuncios el resultado de los mismos, sino que son solo el primero de los pasos de un largo proceso que busca purgar los excesos cometidos en los últimos años.

¿A quién beneficiarán los resultados de las pruebas? Pensamos que un poco a todos. Los fuertes quedarán libres de sospechas, respecto a los débiles se acabarán las especulaciones y el sistema bancario comenzará una nueva era. Lenta, dura, compleja, eso sí, pero una era encaminada a que las entidades financieras puedan volver a tener acceso a la financiación, que este acceso estimule a los bancos a empezar a conceder créditos y que así, por fin, vuelva la inversión y el crecimiento económico.