En dos tiempos

02/12/2010

Miguel Larrañaga. 2-12-2010

La sesión de ayer tuvo dos tiempos, como los partidos de fútbol, pero curiosamente es como si sólo hubiera sido uno y su espejo. De apertura, galopada siguiendo el movimiento previo quelleva a los índices a nuevas cotas, hasta que el Dax tropieza con los 6.900 pntos y empiezan los problemas. Un pico, dos picos y el tercero, bajonazo en toda regla.

Y es que todo esto coincidía en el tiempo con la aparición estelar de Jean Claude Trichet. Pocas veces hay sido tan esperado el presidente del BCE y pocas se han hecho tantas expectativas alrededor de las posibles palabras de un hombre tan parco en ellas. Se daba por descontado que hoy se haríoan públicos nuevos instrumentos del BCE para comprar deuda y ayudar a los países en crisis a soportar la presión de los mercados.

Una vez más se equivocaron con Trichet. De nuevos instrumentos, nada de nada. Los que hay y gracias, aunque admitió que se está pensando en ellos, pero lo que hay es el programa de liquidez para el sistema financiero y la recompra de bonos como colateral. No hay que decir que el mercado se lo tomó a mal. Esperaban mucho más de Trichet y lo que era jolgorio y alborozo, en poco más de media hora era pérdidas generalizadas del 1%.

Los índices se despeñaron y tan rápido como caían se dieron la vuelta y empezaron a subir con fuerza. Como en los mejores tiempos de Greenspan, hubo una “segunda lectura”. Se mantienen las medidas, la economía va razonablemente bien, la inflación está controlada y Trichet se felicita por los esfuerzos realizados por los países periféricos en la reducción de sus desesquilibrios. Como muestra de un optimismo rabioso, llega a utilizar la expresión “situación encauzada” en los países periféricos.

Junto a esta “segunda lectura” más positiva, las grandes cadenas comerciales americanas desgranaron en ese momento sus resultados de ventas y hubo unanimidad: el consumo tira en Estados Unidos y los números son buenos. Todo esto contribuyó a que se dieran la vuelta todos los índices y que pareciera que el intermedio depresivo no había tenido lugar.

El Dax pasó como una exhalación por la barrera de los 6.900 puntos y el CAC, hoy sí, se apuntó al festín, bien acompañado por el Footsie británico. El Ibex insistió en mostrar su mejor cara, con los bancos como grandes protagonistas.

Al cierre, el Dax marcaba nuevo máximo anual en 6.957 puntos, tras subir un 1,34%, pero a pesar de ello era el índice de peor comprtamiento en el continente. El Ibex, con su 2,78% mandaba en esta clasificacion, junto al FTSE con un 2,22 % y el CAC, con un 2,12%.

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