Un centenar y medio de profesionales de la construcción colapsaron hace unas semanas los servicios de empleo del Ayuntamiento de Chiva. Decenas de marmolistas, encofradores y especialistas del hormigón, en muchos casos sin trabajo desde hace años, acudieron en masa a la llamada de un misterioso empresario quien, sin desvelar su identidad, se presentó en el Consistorio de la ciudad valenciana, armado con un contrato para levantar en Argelia un grupo de viviendas.

El caso de Chiva dista mucho de ser el único. En Alicante, se cuentan ya una decena de promotoras, constructoras y profesionales, tales como arquitectos o ingenieros, que han hecho las maletas, atraídos por ofertas de trabajo en el el país árabe. Aunque suelen ser operaciones muy planificadas, Argelia se está convirtiendo en el particular El Dorado del ‘ladrillo’ español, un sector en decadencia desde que, en 2008, explotó la burbuja inmobiliaria.

Al otro lado del Mediterráneo, Argelia ofrece al ‘ladrillo’ español la promesa de construcción de 1,2 millones de viviendas, dentro del llamado Programa de Apoyo al Crecimiento, un ambicioso plan de alojamiento social, que marcha muy retrasado hasta la fecha. Según la Oficina Comercial de España , el incumplimiento de este programa de vivienda social ha motivado ya quejas y hasta alguna manifestación en una sociedad como la argelina, que permanece, en medio de la ‘primavera árabe’, como un oasis de paz y estabilidad.

Ante esta situación, el Gobierno ha reaccionado a las protestas con la promesa de acelerar al máximo las licitaciones para la construcción de viviendas, aunque para ello tenga que contratar las obras con sociedades extranjeras.

Oportunidades de negocio en Argelia

Argelia es un país rico en recursos energéticos. Con 1.200 kilómetros de costas, el Gobierno argelino quiere además aprovechar la experiencia de España en ramas como el turismo e infraestructuras. En energías renovables cobra especial importancia la explotación de energía solar, pues un 80 por ciento del país -cuya extensión  casi quintuplica a la española- se encuentran ocupada por el desierto del Sahara.

Además, el Gobierno argelino planea construir 5.000 centros educativos, 1.700 infraestructuras sanitarias y dos millones de viviendas, de las cuales faltan por levantar unas ochocientas mil unidades. En la construcción, hay también campo para el subsector de la rehabilitación de viviendas, según recoge un detallado informe de la Embajada.

Argelia y España celebrarán en diciembre una cumbre de alto nivel, según desveló hace días el ministro de Asuntos Exteriores argelino, Mourad Medelci, en su visita a Madrid, en una conferencia a la que asistió lo más granado de los responsables de empresas españolas con intereses allí: Repsol, Gas Natural Fenosa, Iberdrola o Abengoa Water, entre otras.

El presidente argelino Abdelaziz Buteflika envió a su jefe de la diplomacia a Madrid para trasladar al Presidente del Gobierno Mariano Rajoy, a su homólogo José Manuel García Margallo y al rey Don Juan Carlos, el acuerdo de Argel para organizar la Cumbre bilateral entre ambos gobiernos en el mes de diciembre. Buteflika quiere reforzar la cooperación estratégica en diferentes campos con España.

Mientras tanto, en Chiva, Miguel Vera, un especialista en hormigón, sueña con hacer la maleta y partir hacia Argelia, con la promesa de obtener ocupación por un año completo.  “Llevo casi cuatro años en paro y estoy cobrando el subsidio. Mi mujer tampoco tiene trabajo. Con dos hijos, hay que buscarse la vida donde salga y si hay que irse a Argelia, pues nos iremos. A nadie le gusta tener que dejar su casa pero hay que aprovechar esta oportunidad”.

Otros campos abiertos a la exportación y la inversión

Argelia ofrece también oportunidades para el comercio en los sectores de energía, construcción, bienes de equipo, medio ambiente, transporte, electrónica e informática, agroalimentario y material eléctrico, informa la Oficina Económica y Comercial de España en el país.

En cuanto a la inversión, las oportunidades se hallan en las ramas de ingeniería e infraestructura, transporte, tratamiento de aguas, energía, (petróleo, gas, electricidad, renovables), agricultura e industria agroalimentaria, gestión de servicios públicos y distribución comercial.