El Gobierno mostró hoy nuevas pruebas de su interés por introducir cambios de calado en el sistema de pensiones. El Ejecutivo mantiene por un lado la indefinición sobre el futuro de las pensiones. Aunque dice que cumplirá la ley, evita por otro lado, enunciar directamente las consecuencias que tendrá ese cumplimiento. Una situación que multiplica las sospechas de que el Ejecutivo ejemplificará este año, con el fuerte incremento en el coste previsto, la imposibilidad de continuar vinculando estas prestaciones con la evolución de los precios.

El Ejecutivo mantiene el juego que le llevará, en opinión de muchos, a plantear al Pacto de Toledo desvincular el crecimiento de las pensiones de la evolución del IPC. Hoy, Tomás Burgos, máximo responsable de la Seguridad Social, dio nuevas pistas en esta dirección. En una comparecencia en el Congreso, para explicar las cuentas del instituto para 2013, Burgos afirmó que todas las pensiones se revalorizarán un 1 por ciento. Al mismo tiempo, recalcó que el Ejecutivo cumplirá la ley, lo que en principio le obliga a elevar esa subida hasta el 3,5 por ciento, si cumplen los vaticinios de los expertos en torno a la evolución del IPC en noviembre.

Burgos dice por tanto que el Gobierno subirá las pensiones un 1 por ciento y también que las subirá tanto como suba el IPC de noviembre, tal y como le obliga la ley. “Ustedes buscan argumentos para incumplir la revalorización de las pensiones”, le espetó la portavoz socialista, Isabel López i Chamosa, en su turno durante la comparecencia del secretario de Estado en la Comisión de Presupuestos.

Por otro lado, el ministerio de Empleo ha desglosado, en su informe económico y financiero sobre los Presupuestos, la evolución del gasto en pensiones en función de su procedencia. En este informe, consultado por Europa Press, el ministerio pone de relieve que más del 26 por ciento del importe de la pensión media en el ámbito contributivo corresponde a la acumulación de revalorizaciones, mientras que el casi 74 por ciento restante se reparte entre la prestación inicial y los complementos a mínimos.

En el Congreso, Burgos dudó además del diseño acertado del fondo de reserva, la conocida ‘hucha de las pensiones’, a la cual los ‘populares’ han recurrido para poder pagar las pensiones este año. Preguntado sobre si devolverán esos recursos al fondo, Tomás Burgos dijo que sí, aunque condicionó tal devolución a que el fondo –que ha cedido más de 3.000 millones, solo utilizados en “parte” hasta la fecha, dijo– conserve su “naturaleza actual”.  “Habría que plantearse si este diseño es el adecuado”, remachó.

Unos 2.000 millones en aplazamientos

En un debate bronco, Burgos defendió la utilización del fondo de reserva para pagar las pensiones, ya que se cumple la principal condición para su uso, como es la sucesión de tres semestres con ‘números rojos’ en la cuentas de la Seguridad Social. En este sentido, la portavoz ‘popular’, Carolina España, acusó a los socialistas de utilizar el fondo “por la puerta de atrás”, al “hurtar” casi 15.000 millones en dotaciones debidas al fondo a lo largo de dos años. Tras una protesta socialista, España accedió a retirar la palabra “hurtado” del diario de sesiones.

Burgos afirmó que empresas y organismos han aplazado unos 2.000 millones de euros de sus pagos a la Seguridad Social. Además subrayó que solo una comunidad autónoma tiene problemas de impagos con el instituto de previsión social.

Por otro lado enfatizó que el Servicio Público de Empleo ahorrará unos 2.000 millones de euros en cotizaciones por desempleados el próximo año, procedentes en su mayor parte de la supresión de bonificaciones (1.600 millones de euros).

En esta línea, la patronal de grandes superficies Anged lamentó el viernes que la supresión de estas bonificaciones elevará los costes sociales un 1,5 por ciento el año próximo. Burgos, en cambio, justificó hoy el incumplimiento de la promesa del Gobienro de rebajar cotizaciones en 2013. “Lo bueno es enemigo de lo mejor”, subrayó.

“O incrementamos brutalmente las cotizaciones o recortamos las prestaciones o recurrimos al fondo”, concluyó. “Y no vamos a recortar prestaciones”, dijo.

Por su parte, el Grupo Socialista tildó de “increíbles” las cuentas del organismo para 2013 y anunció que presentará una enmienda a la totalidad del Presupuesto de la Seguridad Social. También anunció que pedirá la comparecencia al Congreso de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y del propio Burgos.

El gasto para el conjunto de pensiones crece un 4,6 por ciento

El Presupuesto de la Seguridad Social para 2013 recoge un crecimiento  del  4,69 por ciento para el conjunto del gasto en pensiones, que se sitúa en 108.825,6 millones de euros. En concreto, la partida destinada a pensiones contributivas asciende a 106.350 millones de euros -el 10 por ciento del PIB-, un 4,3 por ciento más que en las cuentas de 2012, informa el ministerio.

El objetivo para 2013 sigue siendo el equilibrio entre ingresos y gastos no financieros (125.791 millones de euros). En conjunto, el Presupuesto consolidado del Sistema es de 128.228 millones de euros, un 6,2 por ciento superior al Presupuesto anterior.

Como ya ocurrió en 2012, se reducen todos los capítulos de gasto excepto las transferencias corrientes (5,2 por ciento), que crecen por los mayores compromisos de gasto en pensiones e Incapacidad Temporal,  y Bienes y Servicios (1,3 por ciento).

Por el lado de los ingresos, las cotizaciones sociales explican el 82,6 por ciento de los recursos que entran al Sistema (105.863 millones, un -0,4 por ciento menos que en el Presupuesto anterior); las Aportaciones del Estado el 12,1 por ciento; las Operaciones no Financieras el 2 por ciento y Otros Ingresos el 3,29 por ciento.