La hasta ahora buena acogida por parte de inversores institucionales a la Oferta Pública de Venta (OPV) de Telefónica Deutschland Holding (filial alemana de la operadora española) en los contactos ya realizados podría permitir al grupo que preside César Alierta llevar la colocación a la parte más alta de las previsiones conocidas e, incluso, por encima de esas perspectivas, según fuentes del mercado. Aunque Telefónica no ha anunciado oficialmente el porcentaje del capital que preveía vender, los analistas han estimado que la horquilla estaría entre el 10% y el 20%. Ahora se habla ya del 25% o algo más. En el escenario anterior los ingresos calculados se situaban entre los 1.500 a 2.000 millones de euros, cifra que aumentaría en más de 500 millones en función de la decisión final. La compañía está valorada en alrededor de 7.500 millones de euros. Todo indica que se tratará de la mayor salida a Bolsa en Alemania desde 2007.

El grupo que preside César Alierta, que  está dando los pasos necesarios para que la oferta tenga lugar antes de fin de año, ha optado por hacerla más atractiva con un elevado dividendo. Y  se ha comprometido a destinar a esa partida 500 millones de euros con cargo al ejercicio 2012, que se hará efectivo en 2013. Además es una estrategia que favorece a la matriz, que en cualquier caso controlará en el futuro alrededor del 70% del capital del grupo de O2.

Por otro lado, al cierre de 2011, Telefónica Alemania era el operador integrado que más crecía en el mercado alemán lo que la ha convertido en la tercera compañía de telecomunicaciones de ese país por ingresos. Al cierre del primer trimestre el número de clientes se elevaba a 25 millones.

La OPV está siendo coordinada por JP Morgan y UBS como entidades coordinadoras globales y bancos colocadores. Merrill Lynch, BNP Paribas, Citigroup,Bank of America y HSBC también actuarán como entidades colocadoras adicionales. La venta de una participación minoritaria de la filial alemana se inscribe en la estrategia de Alierta de obtener ingresos para reducir la deuda de Telefónica, que se eleva a 58.000 millones, pero sin perder el control de los negocios o de empresas clave. Por su parte, la filial alemana saldrá a Bolsa con una deuda de 1.200 millones.