La fusión entre la primera caja rural de España, la almeriense Cajamar, y la segunda, la valenciana Ruralcaja, sea hecho realidad esta mañana, con el protocolario acto de firma de la escritura por parte de los presidentes, Antonio Pérez Lao y Eduardo Ferrer, respectivamente. Con cinco meses de retraso sobre la fecha prevista, una vez que el 17 de enero las respectivas asambleas generales aprobaran la operación. “La operación se ha demorado cinco meses sobre el calendario inicialmente previsto para adaptar el proceso de fusión a las exigencias y condicionantes establecidos como consecuencia de la posterior entrada en vigor en febrero y mayo de los reales decretos-leyes sobre saneamiento del sector financiero, en julio del Memorándum de Entendimiento sobre condiciones de política sectorial financiera y en agosto del real decreto-ley de reestructuración y resolución de entidades de crédito”, explican en Cajamar.

Pero ya no se esperan más retrasos. A mediados de noviembre tendrá efectos la inscripción de la escritura de fusión en los registros, que se hará “en los próximos días”. Desde ese momento, la nueva entidad inicia su andadura. De hecho, desde el pasado lunes todas las oficinas de Ruralcaja, las 14 entidades del grupo Cajas Rurales del Mediterráneo (impulsado por la entidad valenciana) y la Caja Rural de Castellón (fusionada con Cajamar antes, lo mismo que Caja Campo) funcionan con la plataforma informática y tecnológica de la institución almeriense.

En los próximos meses se incorporarán a esta plataforma tecnológica Caixa Rural de Vila-real, Caixa Rural Sant Vicent Ferrer de La Vall d’Uixó, que se integraron en el proyecto una vez anunciada la fusión entre el Grupo Cooperativo Cajamar y Cajas Rurales del Mediterráneo, y Caja Rural de Canarias, que se había sumado antes a la operación de la entidad almeriense.

En la segunda quincena de diciembre se dará el paso definitivo, ya que quedará constituido el Grupo Cajas Rurales Unidas, al que ya han aprobado su integración otras entidades de Andalucía, Región de Murcia, Comunidad de Madrid, Castilla y León, Baleares, Canarias y Comunidad Valenciana. Todas las entidades del nuevo grupo abandonarán en ese momento el Grupo Caja Rural, del que no forma parte Cajamar desde hace muchos años, tras iniciar su expansión nacional.

La fusión entre Cajamar y Ruralcaja crea una entidad con 70.426 millones de negocio gestionado (55.771 millones procedentes de la almeriense), 34.275 millones en créditos, 36.151 millones en recursos, 42.184 millones en balance, 1,059 millones de socios (222.000, de la valenciana), 3,31 millones de clientes, 6.382 empleados y 1.397 sucursales.

Un sector más fortalecido

El presidente de Cajamar, Antonio Pérez Lao, destaca que “la fusión de Cajamar y de Ruralcaja es la iniciativa de mayor calado y significación de las llevadas a cabo hasta ahora en el sector de las cooperativas de crédito, puesto que supone la unión de la primera y la segunda cajas rurales españolas, y a su vez propicia la unión de los dos grupos financieros cooperativos de mayor tamaño y volumen”. Una operación que contribuirá a fortalecer el sector cooperativo de crédito en España “impulsando entidades más eficientes y competitivas, que contribuirán a garantizar el futuro de nuestro modelo, basado en la proximidad, la calidad del servicio y el apoyo a los sectores productivos locales”.

El presidente de Ruralcaja, Eduardo Ferrer, añade que “participamos en una operación de gran relevancia para crear una entidad capaz de hacer frente a las cambiantes exigencias y condicionantes regulatorias para el sector financiero y cumplirlas con eficacia”.

Desde hace varios años, tanto Cajamar, impulsando el Grupo Cooperativo, la primera fusión virtual que logró el nihil obstat del Banco de España, como Ruralcaja, con Cajas Rurales del Mediterrçaneo, han venido planteando la necesidad de constituir cajas rurales con más tamaño para fortalecer y hacer más eficiente y competitivo el sector de las cooperativas de crédito españolas.

No se descartan nuevas incorporaciones al grupo Cajas Rurales Unidas, que supondrán un mayor debilitamiento del Grupo Caja Rural.