Mucho ha llovido desde los años del boom inmobiliario. Aunque casi todos los sectores están siendo castigados por la crisis, es cierto que el de la construcción y el inmobiliario, se están llevando  muchos palos.

Lo cierto es que no sólo por el estallido de la burbuja sino también porque quizás el modelo no era el más adecuado, las estructuras de las empresas que trabajan en este sector están cambiando y deberán seguir haciéndolo. Eso se percibe en el informe Temas candentes del sector inmobiliario español, elaborado por PwC. Por ejemplo, el acceso a la financiación para comprar nuevos suelos será algo excepcional: el sector tendrá que impulsar nuevas estructuras empresariales que puedan generar recursos permanentes, a través de un negocio no tan expuesto a los ciclos económicos como hasta ahora. Por ejemplo, una forma de generar liquidez sería a través del alquiler de vivienda que permitiría afrontar la inversión inicial de compra de suelo.

Los expertos reclaman un nuevo marco regulatorio para la industria porque las reformas adoptadas en los últimos años no han afrontado el mayor problema del sector: el suelo. A este respecto, se hace necesario agilizar los procesos urbanísticos, desde la compra de suelo hasta la construcción del inmueble. Además, el sector reclama medidas fiscales que equiparen la industria española con el resto de mercados europeos.

Los años del boom produjeron un efecto llamada que convirtió al sector en el más atomizado de la economía: desde que comenzó la crisis, 2.758 promotoras han acudido al concurso de acreedores y se prevé que esta tendencia continúe en los próximos meses. Todo esto provocará que haya una reorganización en el sector, que será menos atomizado y tendrá un enfoque local. Habrá menos participantes y se cambiará la orientación, en vez del producto hacia la demanda, para satisfacer sus necesidades e intentar, sobre todo, su confianza.

En los próximos años habrá ventas masivas de activos inmobiliarios por parte de las entidades financieras, que con más de 90.000 millones de activos adjudicados (a 30 de junio de 2012) se han convertido en las inmobiliarias más importantes del país.