Con la comida sí se juega

17/10/2012

María Barroso. Para lograr que los más pequeños coman de todo hay que armarse de paciencia y de una buena dosis de originalidad. Ahí van unas cuantas propuestas para que, además, disfruten de la comida.

Con el nuevo curso escolar los famosos tuppers han invadido las aulas. Y mientras padres y nutricionistas se ponen de acuerdo sobre si la comida de casa logrará ser tan sana y equilibrada como la que ofrece los menús escolares, lo mejor es armarse de buenas dosis de paciencia y pinceladas de originalidad para lograr que los más pequeños coman de todo. Para lograrlo nada como sumarse a la moda del “Bento box”, las tarteras que los niños japoneses llevan al colegio, llenas de nutrientes, creatividad e imaginación. Sus personajes favoritos, sus aficiones y hasta sus sueños caben en estas singulares fiambreras concebidas para que en un mismo espacio puedan llevar la ración de comida que necesitan. Moldes, figuritas y un sinfín de complementos con los que las madres confeccionan auténticas obras de arte que los más pequeños devoran sin pestañear. Les encantan tanto que hasta los propios niños participan en la elaboración de sus menús y deciden a qué personaje van a comerse al día siguiente. En sus orígenes estas tarteras eran de madera, pero hoy existen multitud de modelos donde, por supuesto, no faltan con motivos de los dibujos de moda. Si quieres que tu hijo vaya a la última date una vuelta on line por  Casa Bento y déjate seducir por estos tuppers nipones.  Ojo, también hay algunos de diseño ideales para los padres.

Pero para que disfruten de la comida podemos poner encima de la mesa otras interesantes opciones. Olvidémonos de las bandejas y de corrientes salvamanteles, nada como Airplane Food para que la comida vuele del plato. Divertidos manteles de papel, impresos con tintas seguras y antialérgicas, que los niños pueden transformar en aviones cuando terminan (14 €). A la hora del snack ¿por qué no disfrazar los sándwiches con originales bolsitas? No habrá lugar a confusiones. Pueden convertirse en Groucho o en un señor con monóculo y bigote (6 €). Podrás encontrarlo en el apartado culinario de Perpetual Kid.

La presentación en el plato es otra de las cosas que podemos cuidar a la hora de poner la comida a nuestros pequeños gourmet. Build a Meal, es un plato pensado para niños: grúas donde transportar la comida, señales de precaución, zona de obras… un lugar donde construir un camino hacia una alimentación saludable (Urban Trend). Otra buena idea es hacerse con los platos dibujados por Boguslaw Slowinsk donde un camión, un tren o un helicóptero sirven para colocar de una manera original los alimentos. Encuéntralos en Boguslaw Sliwinski.

Y en cuanto a cubiertos, apuesta por el conjunto de tenedor, cuchillo, cuchara diseñado por Karin Mannerstal que, incorpora un utensilio muy original: un cubierto especial para empujar que hará mucho más fácil esa labor a los más pequeños. Este kit “Friends Animal” se puede conseguir por 30 € a través de Scandinavian Design Center. Y para auténticos mecánicos un original juego de tres cubiertos, ChewDriver (14,50 €) que se pueden acoplar como si fuera un destornillador y que se pueden adquirir en una de las tiendas más exclusivas de Madrid, Isolée. Y antes de recoger, nada como simpáticos aspiradores de migas con forma de perro, oveja, vaca… que podrás encontrar, por 9,50 € en esta misma tienda.  Divertidas propuestas para animar a los más pequeños a comer de una forma sana e imaginativa,  porque está claro que con la comida sí se juega. Para votar este post conéctate con Facebook

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