Alea iacta est. La suerte está echada. El Ministerio de Economía y Competitividad ha iniciado hoy la preceptiva consulta pública y al Consejo de Estado del proyecto de real decreto que regula la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), más conocida como ‘banco malo’, y que finalizará el 25 de octubre. Para cumplir con el calendario impuesto por la Comisión Europea en el Memorándum de Entendimiento por el que concede ayuda financiera a la banca española por hasta 100.000 millones de euros (que el examen de Olñiver Wyman y el ‘banco malo’ dejarán en unos 40.000 millones), la norma será aprobada por el Consejo de Ministros el 16 de noviembre, y entrará en vigor el 19.

Esto implica que la transferencia de activos inmobiliarios de los bancos nacionalizados y de las entidades que reciban ayudas públicas en sus procesos de reestructuración (que deben finalizar el 30 de junio de 2013) se empezará a realizar el 30 de noviembre. Lo que va a suponer un alivio para el complicado final de año que le espera a la banca española, ya que el 31 de diciembre todas las entidades (salvo las que han participado en procesos de fusión) deben tener totalmente cumplidas las provisiones adicionales por el ladrillo. Y en enero, alcanzar una ratio mínima de capital del 9%.

El precio al que se realicen esas transferencias de activos se fijará “en los próximos días”, según precisan en el Ministerio de Economía, pero tendrá como referencia el fijado por la consultora Oliver Wyman en el examen que ha coordinado sobre la situación de la banca española, más ajustes adicionales decididos por el Banco de España.

La Sareb asumirá inmuebles adjudicados de las entidades financieras con un valor superior a 100.000 euros, los créditos al sector promotor, inmobiliario y de construcción superiores a 250.000 euros por prestatario, así como participaciones de control en inmobiliarias, entre otros activos. Existe la posibilidad de que, en el futuro, se amplíe el abanico a créditos de consumo y a pymes. “La mayor parte de los activos va a ser suelo y promociones, no primera residencia”, explican en Economía.

El ‘banco malo’ tendrá un volumen máximo que oscilará entre 85.000 millones de euros y 90.000 millones. “Pero no se va a llegar a esa cifra”, insisten en Economía. La Sareb será una SA, no tendrá estatuto de banco, y contará con un consejo de administración con un mínimo de cinco y un máximo de 15 consejeros, de los que un tercio deberán ser independientes. El presidente no será un ejecutivo del Frob o del Banco de España.

No podrán estar en el capital de la Sareb los bancos participados por el Frob, pero sí sus accionistas. En contra de la opinión inicial, que buscaba evitar conflictos de interés, Mapfre, que es destacado accionista de Bankia (una de las entidades nacionalizadas), podrá participar en el ‘banco malo’. Podrán entrar los bancos ‘sanos’, las aseguradoras, las instituciones de inversión colectiva (fondos y pensiones), las sociedades de capital riesgo y las de garantía recíproca, entre otros institucionales nacionales y extranjeros. Más del 50% del capital deberá estar en manos privadas, y Economía insiste en que lo logrará, aunque en una primera fase será un vehículo transitoriamente en manos mayoritariamente públicas.

Vender lo antes posible, pero con beneficios

El objetivo del ‘banco malo’ es vender los activos inmobiliarios de las entidades “lo antes posible”. Para ello se crearán fondos especializados en determinados paquetes. Pero, al mismo, tiempo, hay un plazo máximo de existencia de la Sareb de 15 años, tras lo cual ésta se liquidará. “Hay que compaginar ese objetivo de vender lo antes posible con la obligación de que la reestructuración de la banca cueste lo menos posible al contribuyente”, insisten en Economía.