Como lo oyen, puede que esta vez vaya en serio y los índices estadounidenses se decidan por fin a tirar del carro. Raramente, se dan todas las combinaciones cósmicas necesarias para ello. Fecha propicia, tercer año de mandato presidencial, medidas de estímulo económico que parecen ser del agrado de los que manejan el cotarro, la Fed parece que habla con una sola voz, por fin… Sólo faltaría que se despejaran de una vez las dudas en torno a la salud del sistema financiero, el americano y el europeo, para que el horizonte fuera perfecto, que por estar bien, hasta nos han metido el miedo en el cuerpo hace apenas unos días.

Luego pasará lo que pase, pero ayer subieron el doble de valores que bajaron en el Nyse y el S&P 500 cerró por encima de los 1.220 puntos y eso son palabras mayores. Para añadidura, el primer tirón lo dieron los grandes valores del Dow, ayer algo más rezagado y el Nasdaq sigue en su línea, constante. Y encima, las ventas de las cadenas comerciales fueron mejor de lo esperado, lo que anticipa una buena campaña de navidad, lo que devuelve a los mercados la confianza en que el consumo va mejorando. Y ese es el auténtico motor de la economía estadounidense.

Pocas veces ha estado tan claro que esto puede estar arrancando, pero recuerden que nada es como parece. Las cosas no han cambiado nada respecto a la semana pasada, cuando aún vivíamos en pleno aquelarre bajista. O entonces no era tan grave o ahora no es todo tan bonito. Yo, personalmente, creo que cargaron las tintas a lo bestia en las últimas caídas y que la «gestión» de la crisis de deuda europea ha sido horrorosa, así que me alineo más con los que creen que no era tan grave. No obstante, aviso. Volverán a la carga aunque no sea tan grave y cada vez harán que parezca peor incluso que como ha parecido esta vez, y miren que parecía fea la cosa.

Total que en dos sesiones hemos vuelto a poner los índices mirando al norte y el SP 500 se apuntó ayer otro 1,28%, el Dow un 0,95% y el Nasdaq Composite un 1,17% en una sesión alcista de inicio a fin y sin mayor historia. Mejor así que esas otras que hemos vivido tan recientemente.