España deberá duplicar sus esfuerzos en I+D para ganar competitividad

03/12/2010

Susana de Pablos. Tras incrementar en un 97% su valor en el Índice Altran de Potencial Innovador 2010, con respecto a 2005, España deberá esforzarse por duplicar su capacidad de innovación, para movilizar el crecimiento de la I+D. Sólo así podrá acercarse al reto marcado por la UE de alcanzar una inversión del 3% del PIB en 2020, como se fijó en la Cumbre de Lisboa, y competir en este mundo globalizado. Los jóvenes investigadores tienen algo que decir al respecto, dado su papel protagonista.

“La competitividad de una nación depende de la capacidad de su industria para innovar y mejorar”. Son palabras de Michael E. Porter, una autoridad en estrategia competitiva. La clave del éxito para lograr este reto en España está en la cooperación entre el sector público y privado, aseguró Juan Tomás Hernani, secretario general de Innovación, durante su intervención el 1 de diciembre en el acto de presentación del Índice Altran de Potencial Innovador 2010, elaborado por la consultora especializada en innovación Altran .

Según este índice, España es el país que mayor avance registra entre 2005 y 2010. Está en el puesto 12 de la lista y casi dobla su valor del índice Altran en 2010 respecto a 2005, pasando de un valor de 0,24 a 0,47. España ocupa la primera posición del grupo de Estados con capacidad baja de innovación, con un valor muy próximo al de la media de la UE este año (0,47). Por tanto, si consigue incrementar su potencial innovador, podría entrar en el grupo de países de capacidad media y superar la media de la UE.

En lo referente al indicador de Inversión en I+D+i como % del PIB, nuestro país  ocupa el puesto 14 en la edición de 2010, alcanzando el 1,35% del PIB (dato correspondiente a 2008, último año con información validada por la UE). El ranking lo lideran países nórdicos como Suecia, Finlandia o Dinamarca, que encabezan el Índice Altran como Estados europeos con mayor capacidad de innovación, al igual que en 2005, los tres con valores por del Índice Altran por encima del 0,80.

Para elaborar este índice, Altran  utiliza un modelo matemático que relaciona los valores de cuatro componentes con la variable inversión en I+D como porcentaje del PIB: población activa con educación superior; empleo en servicios de alta tecnología; investigadores trabajando en el sector empresa, y empresas con acceso a Internet de banda ancha. Así obtuvo esta consultora el Índice Altran de Potencial Innovador 2005, al igual que acaba de hacer con el de 2010, con objeto de medir la capacidad innovadora y tecnológica de Europa.

Recomendaciones
De los cuatro indicadores analizados, España registra valores superiores a la media del grupo de países con capacidad baja de innovación tres de ellos y, prácticamente iguala la media del indicador “investigadores en sector empresa”. Según señala el estudio, los objetivos de crecimiento para España están ligados a la capacidad de los distintos agentes que componen el Sistema de I+D+i de accionar en su justa medida las palancas motoras del progreso y la innovación.

De esta forma, se plantea una serie de metas a corto y a largo plazo para posicionar a España entre las economías más innovadoras y situarla hasta niveles de los países de capacidad media y alta, objetivo principal de la Estrategia Estatal de Innovación (e2i), que ya desarrolla el Plan de Acción Estratégica 2010-2011. Según el informe de Altran habría que incidir sobre los cuatro componente esenciales:

.- Indicador de población activa con educación superior: España debería incrementar en algo más de 1.167.000 personas para situarse en los niveles de los países de capacidad alta de innovación. Además, debería rentabilizar al máximo sus recursos humanos y aprovechar su mano de obra cualificada.
.- Indicador de trabajadores en servicios de alta tecnología
: España debería crear 179.000 puestos de trabajo y alcanzar a largo plazo un incremento de los 363.000, lo que supondría un aumento del 61%, respecto a los niveles actuales de 2010.
.- Indicador de número de investigadores en el sector empresa:
Deberá crecer en una cifra superior a los 116.000 investigadores frente a las 46.376 existentes en la actualidad.
.- Indicador de empresas con acceso de banda ancha:
No sería necesario realizar ningún incremento al tener ya un valor adecuado.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hechos públicos el mismo día que se presentaba el Índice Altran, el 1 de diciembre, la innovación disminuyó en España un 11,5%  y el gasto alcanzó los 17.637 millones de euros. Sólo el 33,9% de las empresas de 10 o más asalariados fueron innovadoras en 2007-2009. No sólo se hace referencia a innovaciones tecnológicas, sino también las organizativas y de comercialización. Si se habla de innovación de productos o de procesos, el porcentaje de las empresas innovadoras se reduce al 20,5%.

Los jóvenes y la LCTI
La Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios (FJI-Precarios) acaba de presentar nueve enmiendas al Proyecto de la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación (LCTI). Considera esta nueva norma, elaborada por el Ministerio de Ciencia e Innovación,  como una oportunidad única para introducir los principios básicos que en materia de recursos humanos establece la Carta Europea del Investigador.  Solicitan que se lleguen a crear expectativas profesionales por la vía laboral en base a un modelo de contratación indefinido, previo paso por la evaluación del investigador.

Además, en las nueve enmiendas que han trasladado a todos los Grupos Parlamentarios, piden, por ejemplo, que la retribución de los contratos predoctorales no sea inferior a la fijada en el convenio colectivo para la categoría equivalente. Igualmente solicitan que la evaluación en la asignación de los recursos públicos sea realizada por órganos específicos y bajo los principios de neutralidad y especialización.

La FJI-Precarios advierte de la irresponsabilidad que supone mantener trabajando sin contrato y en situación de fraude a una parte del personal investigador. Desde 2000 ha venido denunciando la precariedad laboral y el fraude asociados a la financiación mediante becas de los recursos humanos en el ámbito de la I+D+i. En este sentido, recuerdan que en enero de 2008 se puso en marcha la campaña No más becas por trabajo, que ha conducido a la interposición de más de 20 denuncias ante la Inspección de Trabajo y Seguridad social por unas 200 becas de investigación fraudulentas.

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