Cuando se cumplen seis meses de la expropiación de YPF, Repsol tiene ya en sus manos la posibilidad de presentar una demanda de arbitraje internacional por el 51% del capital confiscado. Un proceso que el equipo jurídico del grupo español tiene ya preparado y será a partir de fechas próximas, en el entorno del 10 de noviembre, cuando el grupo que preside Antonio Brufau materialice la demanda. El objetivo es que Argentina pague una compensación que la petrolera considere justa.

Es un paso inevitable, después que en estos meses el ejecutivo que preside Cristina Fernández no haya dado señales de querer entablar conversaciones. Ahora a las diversas demandas presentadas en Nueva York, Madrid y Buenos Aires, se unirá la que tendrá que analizar el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial (Ciadi). Un problema que tiene la petrolera, pero que estima poder superar, es que el plazo para poder pleitear se eleva en principio a 18 meses, pero puede acogerse al más corto -los citados seis meses- porque existen precedentes en esa línea.

Fuentes jurídicas consultadas destacan que esta demanda es la más relevante porque es la más global, aunque puntualizan que dada su envergadura no se puede aventurar una fecha para su resolución.

Repsol, que valora en 10.500 millones de dólares las acciones nacionalizadas, aspira a que se declare ilícita la medida adoptada por Buenos Aires el pasado abril. La condena podría condenar al país austral a volver a la situación previa o a una indemnización por loa daños causados por lo que se califica de «expoliación».

Otro conflicto que enfrenta a la compañía española con YPF y el Gobierno de Cristina Fernández está relacionado con el pre-acuerdo suscrito con la petrolera estadounidense Chevron en septiembre para examinar las oportunidades de desarrollo de hidrocarburos en el yacimiento Vaca Muerta. Y es que la potencialidad de este activo está en parte detrás de  la expropiación.

Pese al memorandum suscrito con Chevron, estos seis meses no han dejado un balance especialmente positivo para YPF. De momento, no cuenta con fondos de la multinacional para desarrollar los proyectos y siguen sondeando la captación de socios. Y que las demandas de Repsol por competencia desleal y la inseguridad jurídica de Argentina hacen que hasta Vaca Muerta tenga un relativo atractivo. Mientras, el fondo de pensiones se está utilizando para financiar las necesidades más fundamentales y en las emisiones de bonos deben pagar porcentajes muy elevados papra ser aceptados por los inversores. Tampoco ha surtido el efecto macro que esperaban, ya que las importaciones de hidrocarburos se han elevado. Y el déficit en esta materia fue uno de los argumentos utilizados para la expropiación.