La etapa que atraviesa la industria eólica en España no parece la más propicia para desarrollar nuevos proyectos. Incertidumbres regulatorias y exceso de capacidad de generación instalada son dos de los aspectos que marcan la actualidad. En este contexto, el plan estratégico de Gamesa 2013-2015 contemplará una apuesta más fuerte por los mercados internacionales, especialmente en los que el grupo fabricante de aerogeneradores está presente. Porque la cautela y la selección muy estricta de las inversiones son dos de las bases del nuevo plan del grupo que preside Ignacio Martín.

El programa de futuro está, por tanto, marcado por la nulas ventas en el mercado nacional. Circunstancias que comparte con otros fabricantes, que en algunos casos se están replanteando asimismo su presencia en España. Y es que los promotores de parques eólicos no conocen por el momento cuál será el marco de retribución de las nuevas instalaciones a partir del próximo 1 de enero.

La empresa entra ahora en una «fase de racionalización», en la que se optimizarán los recursos, tanto en el balance como en la estructura. Se priorizarán las inversiones con retorno rápido y con impacto directo en la rentabilidad por capital empleado. El plan fijará las oportunidades de crecimiento futuro, pero teniendo en cuenta que la fase de expansión y de diversificación se desarrolló entre 2005 y 2011.

La ventaja con la que cuenta Gamesa frente a otras empresas es su diversificación geográfica, aunque el líder del sector, el danés Vestas, atraviesa dificultades económicas por la reducción de los márgenes ante la fuerte competencia existente. El grupo español cuenta con una presencia relevante en India, China y Brasil, con lo que casi el 90% de su facturación la obtiene en el exterior. En este contexto, fuentes sindicales señalan que el plan conllevará un ajuste de plantilla de unos 1.000 empleados de los 8.300 que tiene en el mundo. La parte más dura correspondería a España en las factorías que tiene en Navarra, Aragón y Galicia.