La colección Cartier lleva casi 10 años esperando encontrar su lugar en España. Simoneta Gómez Acebo, sobrina de reyes e hija de infanta, ha conseguido aunar todas las voluntades y encontrar un palacio para las 420 piezas escogidas, de entre las 1450 que componen la colección y que estará expuesta hasta el 17 de febrero de 2013. Jorge Varela, el escenógrafo, ha necesitado dos meses para acondicionar los 600 metros cuadrados del sótano del museo y la reina Sofía, la infanta Pilar y el palacio de Mónaco han contribuido a que la de Madrid, sea la exposición de Cartieres más espectacular del mundo.

–El Thyssen celebra sus 20 años. Cartier los 165. Usted los 23 en la Casa y su padre fue de los más hizo porque el Thyssen se quedase en España. ¿Es como una alineación planetaria?

Desde siempre me hacía una ilusión especial que la exposición viniera al Thyssen por todos esos motivos. Mi padre ayudó a que se trajese la colección, mi madre es patrona y en mi familia somos amigos de Tita y del Barón desde hace muchos años. Todo ha sido familiar y fácil en ese sentido.

–Y de hecho la inauguración de la exposición se hace bajo la presidencia de Honor de su madre, la infanta doña Pilar.

Es que yo se lo pedí y me hacía mucha ilusión que Cartier estando tan ligado a tantas Casas Reales Europeas pues tuviera un miembro de la Familia Real Española. Me ilusionaba que fuera mi madre, es algo muy personal, no es un mero proyecto profesional.

-Viene la reina a la inauguración

La reina a la inauguración no viene, pero nos agradará enormemente que la visite y además con doble agradecimiento porque nos presta una diadema muy importante, la de la reina Victoria que nunca se ha expuesto en España.

-¿Esa diadema que cede la reina tiene algún valor emocional para usted?

No, ninguno porque creo que después de ser de la reina Victoria pasó directamente al rey y no es una pieza que sea de uso de la familia. Conozco más las piezas que le han tocado a mi madre o las que le veía a mi abuela. El grueso de la colección fue directamente a la Casa Real cosa que es lógica porque es una forma de mantener el patrimonio y son las llamadas “joyas de pasar”.

–Hablando de sus abuelos. Tengo entendido que los nietos estabais más unidos a la abuela porque don Juan se dedicaba más al príncipe.

No es que se dedicara más al príncipe es que era un hombre, digamos, más institucional.  No tengo ninguna duda de que nos adoraba a todos los nietos, pero él siempre tenía un pensamiento fijo por encima de todo; el servicio a España. Pensar siempre en España por encima de todo fue su lema durante toda su vida. La continuación de la monarquía, esa cosa que tiene el verte reflejado en un nieto, en un hijo, esa perpetuidad….

-¿Eso le hacía tener al Príncipe tutelado?

No tutelado, es que es tu futuro no hay que pensarlo como abuelo, sino como futuro institucional. Con mi abuela era más cercana la relación. Pero bueno tampoco me puedo pasar toda la vida hablando de mi familia, que es ya una pesadez. Hay muchas joyas en la exposición de las que hablar

-¿Como el collar de Elizabeth Taylor?

Es la primera vez que se expondrá en el mundo. Es un collar de rubíes y diamantes que le regaló Michael Todd y se compró a finales del año pasado.

-Otra coincidencia; se celebran los 30 años de la muerte de Grace Kelly y también están sus joyas

Tenemos la suerte que el Palacio de Mónaco nos presta varias piezas de Grace, que vendrán a España y que raramente salen de Mónaco.

¿Teniendo en cuenta que no es ostentosa, cuál de las 420 piezas se llevaría a su joyero?

A mí con una sola no, déjame escoger tres o cuatro porque con una no hacemos nada. Hay una diadema de brillantes y ónix que me encanta. También un cinturón de monedas antiguas chinas de jade que me fascina. Un reloj misterio que es una fuente con una tortuga que marca las horas mientras se mueve por el agua y unos jarrones con flores en piedras semipreciosas.

–Belluci es imagen de Cartier y acepta el rol felino. En España lleva 23 años como imagen de Cartier, ¿en qué rol se reconoce?

Ella nos representa en el mundo entero pero no creo que yo sea algo comparable a Bellucci. La gente me relaciona porque llevo muchos años con la marca, pero soy una señora muy normal y conocida en mi casa a la hora de comer.

-¿Qué poca vanidad?

Es que somos dos mundos opuestos los que vivimos Bellucci y yo. No tengo ni hago una imagen, entré como vendedora, pasé al departamento de comunicación y desde hace tres años lo dirijo.

–Y curiosamente, a pesar de ser Cartier el joyero de su familia, no llega por Borbón, sino por Gómez Acebo.

Tuve la gran suerte que mi padre conocía a los dueños. Siempre pensé que sería un trabajo muy temporal. Tenía 21 años y le dije a mi padre que no quería estudiar y él me dijo que me ayudaba a buscar un trabajo inmediatamente. Empecé pensando que una vez dentro buscaría otra cosa aunque siempre pensé que estaría bien aprender del lujo porque me encantan las joyas.

-Es la primera vez que en el Thyssen entra algo que no se cuelga. ¿Preparados para las críticas?

No porque no me pueda comprar un Hopper voy a criticarlo, me encantaría pero no puedo. Tampoco me voy a poder comprar ninguna de estas joyas, primero porque no se venden y luego, porque no por no poder comprarlas voy a irritarme. Me voy una tarde al museo a darme ración de vista y disfruto.

-¿Sigue hablando cuatro idiomas o ya tiene el quinto?

Desgraciadamente tuve que abandonar el árabe por idiota, por querer aprenderlo escribiendo, sin darme cuenta que era dificilísimo porque nunca lograba pintar bien las letras en los cuadernos de caligrafía infantil.