Ha tardado, pero al final lo ha hecho. Cinco meses después de su nombramiento, el 7 de junio, como gobernador del Banco de España, Luis María Linde ha modificado totalmente el equipo dedicado específicamente a la supervisión de la banca. Sin mencionar en momento alguno las críticas recibidas por la Dirección General de Supervisión, tras las intervenciones de Caja Castilla La Mancha (CCM, adjudicada a CajAstur e integrada en Liberbank), CajaSur (que pasó a manos de BBK, y tras la fusión de las cajas vascas, a KutxaBank), y las nacionalizaciones de la CAM (adquirida por el Banco Sabadell), Unnim (absorbido por el BBVA), Bankia/Banco Financiero y de Ahorros (en el que el que fuera vicepresidente económico de los anteriores Gobiernos del PP, Rodrigo rato, fue relevado por el ex consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri), CatalunyaCaixa, NCG Banco y Banco de Valencia, y el deterioro del prestigio internacional del Banco de España durante el mandato de su antecesor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Los cambios en la Dirección General de Supervisión se esperaban en el Banco de España desde que Linde, en su primera comparecencia como gobernador ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados (el 18 de julio), afirmara que en la crisis “se actuó con poca decisión o de modo insuficiente o inadecuado”, aunque matizara que sus palabras se pronunciaban “con la fácil lucidez que da mirar al pasado desde el presente y, por supuesto, sin querer dar ninguna lección a nadie”.

Linde admitió “fallos” en la supervisión “macroprudencial” que debe realizar el Banco de España a la banca durante la última década, lo que supone una crítica a los dos últimos gobernadores (Jaime Caruana, ahora director general del Banco Internacional de Pagos de Basilea, y Miguel Ángel Fernández Ordóñez) pero también al equipo del que él mismo formó parte (fue director general del Departamento de Extranjero y luego asesor en cuestiones internacionales).

Su crítica se concretó en que el Banco de España se viese obligado a renunciar parcialmente a su disposición de imponer las provisiones anticíclicas a la banca, impulsadas por Caruana. Aunque admite que “desde la perspectiva de hoy muchos estarían de acuerdo en que el defecto principal de aquella norma era su timidez y su insuficiencia para contener el crecimiento excesivo del crédito”, el gobernador considera que “todos habríamos salido ganando si se hubiera mantenido y generalizado tal y como el Banco de España defendió a comienzos de los años 2000 y se hubiera hecho incluso más exigente”.

De Martínez Tello a Quintana

Los cambios se inician con la aceptación, por parte de la Comisión Ejecutiva del Banco de España, de la renuncia presentada por Jerónimo Martínez Tello como director general de Supervisión. Por supuesto, y como mandan los cánones en estas situaciones, se expresa el “reconocimiento y agradecimiento por la intensa labor realizada durante un período extremadamente difícil para el sistema financiero español”

Martínez Tello era casi sinónimo de supervisión. Ha hecho toda su carrera en el Banco de España en la inspección de entidades financieras. Desde 1984 como inspector de entidades de crédito. Y sobre todo desde que en 2009 fuera nombrado director general de Supervisión.

La Comisión Ejecutiva del Banco de España ha nombrado a Ramón Quintana Aguirre director general de Supervisión, y a Mariano Herrera García-Canturri, director general adjunto. Ambos nombramientos han sido ratificados por el Consejo de Gobierno del Banco de España y tendrán efecto a partir del 1 de noviembre. Ramón Quintana era desde 2008 director del Departamento de Inspección II (el que supervisa a los grandes bancos). En el año 2000, fue nombrado jefe de Grupo en el Departamento de Inspección de Bancos del Banco de España y, en 2003, coordinador ejecutivo del Departamento de Inspección II.
El nuevo director general adjunto de Supervisión, Mariano Herrera, era en la actualidad coordinador ejecutivo en el Departamento de Inspección I. En 2011 fue nombrado director general del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), reincorporándose al Banco de España este año.

Al mismo tiempo, la Comisión Ejecutiva del Banco de España anuncia una reorganización de la Dirección General de Supervisión “teniendo en cuenta las necesidades surgidas del Real Decreto-Ley 24/2012, de 31 de agosto, la ejecución de los planes de restructuración y recapitalización del sistema bancario español, según lo previsto en el Memorando de Entendimiento, de 20 de julio pasado, acordado con las autoridades de la UE y la participación del Banco de España en la puesta en marcha de la supervisión única en el marco de la Unión Europea”.

Mientras tanto, la Comisión Ejecutiva del Banco de España ha aprobado una reorganización de la Dirección General de Regulación, que pasará a denominarse Dirección General de Regulación y Estabilidad Financiera. Fernando Vargas, que era el director general adjunto de Supervisión con Jerónimo Martínez Tello, pasa a ser director del Departamento de Instituciones Financieras de la nueva Dirección General de Regulación y Estabilidad Financiera.