El copago sanitario es injusto. Así lo perciben, además, los españoles. El 70% está en contra del copago en las recetas, según un estudio realizado para Mapfre por la consultora Villafañe. También es claramente abrumadora la oposición al copago por la frecuencia en acudir al médico, ya que la ciudadanía considera que perjudica a los más enfermos. Pero ese rechazo al copago es mucho menor, y baja hasta el 40%, si se vincula el copago a los ingresos o a la renta de cada persona.

El consejero delegado de Mapfre Familiar, Francisco J. Marco, no desaprovecha la oportunidad y reclama que el seguro de Salud desgrave fiscalmente, no sólo en el ámbito de las empresas (donde ya existen para las pólizas colectivas) sino también para los ciudadanos particulares. El argumento es claro: 9,6 millones de españoles acuden a la sanidad privada, de los que unos dos millones son funcionarios a través de Muface (el 75% elige la opción privada). Esto supone no sólo una reducción de costes para la sanidad pública. Sobre todo, ésta tiene menos carga de asistencia de ciudadanos.

Para Marco, una desgravación fiscal “ayudaría mucho” al desarrollo del seguro de Salud en España y, por tanto, aliviaría la carga en asistencia y en costes que soporta la sanidad pública.

“Que el seguro colectivo de Salud que las empresas dan a sus trabajadores, y que tiene ventajas fiscales para ellas, sea el beneficio social más valorado por los empleados da idea de la importancia que la asistencia sanitaria tiene para los españoles”, destaca el consejero delegado de Mapfre Familiar.

Francisco J. Marco señala también que el seguro de Salud, que tradicionalmente las compañías ofrecían a personas de nivel de renta medio-alta, ha evolucionado en su comercialización desde este “traje único” a pólizas “a la medida de las posibilidades” de cada cliente, con una oferta mucho más amplia.

Gasto “intocable”

El estudio refleja que los españoles están muy preocupados por el impacto que pueda tener la situación económica en el futuro de la sanidad pública. Más del 80% admite que el sistema necesita reformas, pero considera “intocable” el dinero que se destina vía Presupuestos a esta partida.

Además, los ciudadanos consideran que el sistema sanitario público funciona bastante bien. Y lo que más preocupa, por encima del copago por receta o por visita al médico, es el recorte en la realización de pruebas diagnósticas. Al menos al 88% de los españoles.

El 68% de la población cree necesario tomar medidas adicionales, más allá de la sanidad pública, para proteger la salud. La asistencia privada, mucho más valorada que la pública, supone una opción más rápida de atención médica y de acceso al especialista. Los dos aspectos catalogados como los grandes puntos débiles de la sanidad pública. Las listas de espera generan descontento en el 63% de los españoles. Los tiempos asistenciales y la visita preventiva con el especialista repercuten positivamente en la detección de enfermedades, opinan los españoles. El estudio de Mapfre muestra también un aumento de confianza en la sanidad privada para casos de enfermedad grave, especialmente entre los jóvenes.

El 80% de los españoles ha visitado el médico de cabecera en alguna ocasión durante el último año, mayoritariamente a través de la sanidad pública; el 54% ha ido al especialista (fundamentalmente, en la privada)  y el 30% tuvo que acudir al servicio de urgencias. El estudio refleja que las mujeres acuden con más frecuencia tanto al médico de cabecera como al especialista y a urgencias. Por edades, la visita al médico se incrementa, en general, a partir de los 55 años y son, curiosamente, los jóvenes de 18 a 34 años los que más utilizan el servicio de urgencias, buscando una atención más inmediata. Este colectivo es, además, el que presenta mayor predisposición a contratar un seguro médico privado.

El 70% de los españoles no tiene seguro médico privado, aunque el 21% cree que lo contratará en un futuro. El 79% de los que no lo tienen argumenta la falta de recursos económicos.