El inicio del puente de Todos los Santos se anuncia poco prometedor para los barceloneses. No sólo por la amenaza de lluvia que puede fastidiar a no pocas familias que pretendían aprovechar estos días de asueto, si no por que la para muchos última jornada laboral de la semana se verá “adornada” con la huelga de metro, taxis y trenes de cercanías, con lo que la movilidad en la ciudad puede dejar de ser complicada para convertirse en caótica.

La empresa municipal lamenta esta nueva jornada de huelga que es una protesta por la decisión del Gobierno central de eliminar la paga de Navidad a todos los funcionarios que “es de obligado cumplimiento”. La plantilla sigue reclamando el cumplimiento del convenio colectivo y, según la empresa  ha propuesto “medidas para minimizar el efecto de esta normativa garantizando que no haya pérdida real de poder adquisitivo” y aseguran que esta iniciativa está respaldada por el 45% de la plantilla. Esta propuesta pasaría por aplazar la paga navideña para que figurara en los presupuestos del próximo ejercicio. La Generalitat ha decretado unos servicios mínimos del 33% del servicio. El mismo porcentaje que ha fijado el Ministerio de Fomento y la Conselleria para el transporte ferroviario de cercanías.

También los taxistas están llamados a la huelga aunque su seguimiento es más incierto. También han decretado servicios mínimos del 33%. El motivo de esta huelga es la modificación del sistema de turnos, de manera que los que tengan licencia par trabajen un mes por las mañanas (de 4 a 14 h)y otro por las tardes (de 14 a 24 h), mientras que las licencias impares trabajarían en el otro turno. Los taxistas votaron en referéndum que los turnos de mañana fueran de 6 a 15 horas y los de la tarde de 13 a 22.