Se impuso la lógica, y se pone fin a una situación de anomalía en el sistema financiero español. Tras el polémico resultado del examen coordinado por Oliver Wyman, que daba ‘suspenso’ al Popular cuando para la Autoridad Bancaria Europea (EBA) era ‘sobresaliente’ en solvencia, esa especie de repesca que supone la evaluación por parte del Banco de España de los planes de recapitalización presentados por las entidades financieras coloca al banco en el grupo de los elegidos. En el examen de recuperación también aparece Ibercaja. El Banco Popular e Ibercaja serán capaces de cubrir las necesidades de capital fijadas por el examen de Oliver Wyman por sus propios medios y, por tanto, esquivan definitivamente la amenaza de la nacionalización. El resultado de esa evaluación del Banco de España ha sido compartido también por la Dirección General de la Competencia de la Comisión Europea.
En cambio, el panorama se complica, y mucho, para BMN, Caja3, Caja España Duero y Liberbank, que tendrán que recibir ayudas públicas para cumplir con las exigencias de saneamiento. Estas entidades han presentado sus planes de reestructuración al Banco de España y a la Comisión Europea, tal y como establece la normativa, tanto española como comunitaria. “Antes de finales de año se adoptará una decisión al respecto”, señalan en el Banco de España, pero “se espera” que recurran a ayudas públicas para cumplir sus compromisos de recapitalización.
De esta manera, “se asegura que todas las entidades sometidas a las pruebas de resistencia estarán plenamente recapitalizadas al final de este año”, destaca el Banco de España, cumpliéndose una de las condiciones impuestas por la Unión Europea en el Memorándum de Entendimiento para la concesión de ayuda financiera por hasta 100.000 millones de euros.
El dictamen del supervisor aclara el panorama para la ampliación de capital de 2.500 millones de euros que tiene en marcha el Banco Popular, con una demanda que garantiza sobradamente su suscripción (el núcleo duro del consejo de administración –Allianz, Crédit Mutuel, Sindicatura y Fundación Barrié aportan un 25%, y otros accionistas, dentro y fuera de este órgano, mantendrán cuando menos sus participaciones), que está asegurada por un grupo de entidades internacionales. El Banco de España garantiza, por tanto, que el Popular no recurrirá a ayudas públicas para encontrar los 3.223 millones que, según el examen coordinado por Oliver Wyman, le faltan para afrontar un escenario adverso tan extremado que tiene menos del 1% de probabilidad de llegar a ser realidad.
En el caso de Ibercaja, que optó por romper la fusión en marcha con Caja 3 y la anunciada con Liberbank (que iban a confluir en Libercaja), sólo necesita 226 millones de euros.
Panorama complicado
El resultado de la evaluación del Banco de España muestra un panorama muy complicado para los que iban a ser socios de Ibercaja en Libercaja. Especialmente para Liberbank, que necesita 1.198 millones de euros. La entidad, fruto de la fusión entre CajAstur (que logró la adjudicación de CCM), Caja Cantabria y Caja de Extremadura, hablaba hasta hoy de una ampliación de capital y hasta de una salida a Bolsa.
Ahora, precisa en que su única apelación a un instrumento público será al ‘banco malo’, mediante la transferencia de sus activos inmobiliarios problemáticos a la Sareb. Algo a la que, por otra parte, está obligado al recibir ayudas públicas, y que en cualquier caso va a reducir sus activos ponderados por riesgo y, por tanto, sus necesidades de capital. Liberbank se compromete a no solicitar fondos financieros públicos, como ha hecho hasta ahora, por lo que cubrirá sus necesidades de capital adicional «a través de medios propios, lo que garantiza la plena viabilidad de la entidad«, señalan en la entidad.
Caja3, fusión de la aragonesa CAI y de CajaCírculo ambas controladas por la Iglesia católica y Caja Badajoz, necesita 779 millones. Se había encomendado a su fusión con Ibercaja, pero esta operación sólo se retomaría una vez realizado el saneamiento de Caja3 con fondos públicos. De momento, Luis Bausela Collantes ha presentado su renuncia irrevocable como consejero del banco y miembro de la Comisión Ejecutiva.
BMN, formado por la unión de CajaMurcia, Caja Granada, la catalana Caixa Penedés y la balear Sa Nostra, también insiste en que pedirá menos de 500 millones de euros en ayudas públicas. Menos de la cuarta parte de lo que necesita (2.208 millones). El resto saldrá de la reducción de necesidades de capital por el traspaso de activos a la Sareb, la venta de participadas, y el canje de participaciones preferentes y obligaciones subordinadas en acciones o en convertibles.
Caja España Duero, que necesita 2.063 millones de euros, tiene muy en el aire la fusión con Unicaja, que pasó el examen de Oliver Wyman junto a Santander España, BBVA España, CaixaBank, KutxaBank, Sabadell y Bankinter. Curiosamente, la fusión entre Unicaja y Caja España Duero también aprobaba. El presidente de Unicaja, Braulio Medel, exige una “redefinición” de la operación que dejaría la presencia de Caja España Duero en la nueva entidad prácticamente testimonial, con sus consecuencias para la financiación, vía dividendos de la participación, de la Obra Social. Caja España Duero insiste en que sólo requerirá de ayudas públicas en el caso de que se frustre esa fusión.
Los Cocos entran en acción
Las entidades que requieran ayudas públicas recibirán éstas mediante la emisión de CoCos, bonos convertibles, que serán adquiridos por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) antes de que finalice. Si las cajas logran captar inversores privados, podrán recomprar los CoCos antes del 30 de junio de 2013. En caso contrario, el Frob convertirá los CoCos en acciones, y las entidades afectadas serán nacionalizadas.
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