Mientras la conducción autónoma (sin conductor) avanza a pasos de gigante (el vehículo ideado por Google es el más conocido), las autopistas también evolucionan: las carreteras del futuro se comunicarán con los conductores con señales luminosas y enviando información al teléfono. Así lo han imaginado el diseñador holandés Daan Roosegaarde y los ingenieros de Heijmans Infrastructure, cuyo proyecto «Smart Highway» acaba de ser galardonado como «Best Future Concept» en los premios de la Dutch Design Week (Semana del Diseño Holandés).

Este proyecto para modernizar las carreteras europeas propone instalar tecnologías en el asfalto para, por ejemplo, indicar de forma visual cuándo el pavimento está resbaladizo o poder recargar el vehículo y generar electricidad para los faros mientras se conduce. No requiere de la construcción de nuevas carreteras sino que puede implantarse sobre las ya existentes con varios módulos. «El objetivo es hacer que las carreteras sean más sostenibles e interactivas mediante el uso de luces, energía y señales de tráfico que se adaptan automáticamente a la situación de la carretera», explican sus inventores.

El módulo «Dynamic Paint» indica con dibujos que brillan en la oscuridad cuándo la temperatura cae por debajo de los cero grados. Esto es, avisa de la posibilidad de que la carretera se congele con unos dibujos de copos de nieves que se activan con una pintura especial. Otra posibilidad es la pintura que se ilumina por la noche para marcar el contorno de la vía gracias a un polvo foto-luminiscente. Se recarga con energía solar durante el día y alumbra hasta un máximo de 10 horas en la oscuridad sin necesidad de otra iluminación adicional. Es el módulo «Glow-in-the-Dark Road». «Interactive Light» son luces que se activan cuando detectan la presencia de un vehículo. «Wind Light» consiste en aprovechar el viento generado al pasar un coche para iluminar la carretera.

Más ambicioso y complejo técnicamente es el módulo «Induction Priority Lane»: un carril diseñado para cargar las baterías de los coches eléctricos a medida que avanzan por él, mediante una bovinas de inducción integradas debajo del asfalto.

Los primeros metros de autopista inteligente se probarán a mediados de 2013 en vías holandesas de Brabante: primero «Glow-in-the-Dark Road» y después «Induction Priority Lane», «Interactive Light» y «Wind Light» durante los próximos cinco años.

Para Roosegaarde en los últimos años se ha investigado mucho en vehículos y no tanto en carreteras inteligentes aunque también. Sin embargo, los avances en estas últimas no han llegado a ser una realidad comercial. El diseñador quiere reinventar las carreteras en la «Ruta 66 del futuro», dice. Aunque para ello se necesita un cambio de mentalidad. Según explica en una entrevista en Wired, la India está en muy interesada en el proyecto «Smart Highway» porque allí se producen muchos apagones eléctricos. Y podría resultar interesante para su implantación en países como Reino Unido, donde el gobierno acaba de anunciar que se apagarán las luces de las autopistas y las calles a las nueve de la noche para ahorrar dinero y energía.

Daan Roosegaarde es conocido por sus originales obras de arte digital. Su estudio toda ha creado una pista de baile sostenible, que genera energía mientras se mueve el esqueleto, así como prototipos relacionados con luces y ventiladores interactivos y tejidos inteligentes capaces de volverse más o menos transparentes en función de los latidos del corazón del que los viste. Su último sueño, lograr autopistas inteligentes, más sostenibles y seguras.