Cinco días antes de su boda, Julio José Iglesias llegaba a Madrid para enterarse sobre el terreno de todos los detalles de su enlace. Hasta la fecha, han sido Isabel Preysler y sus hermanas Tamara Falcó y en menor medida Ana Boyer, las que han estado más en la organización, siempre supervisadas por la novia, Charisse Verhaert, como no podía ser de otra forma. ¿Por qué después de siete años y de varios avisos previos de boda se deciden a casarse? porque a lo mejor el haber visto en su casa lo difícil que es mantener una relación, todos los hermanos son cautos e incluso, excesivamente cautos a la hora de firmar un compromiso por escrito. Ellos, como hijos, han sufrido con las separaciones y eso, les condiciona su vida.

Julio José y Charisse, al vivir en Miami, han volcado la responsabilidad de los preparativos en las mujeres de la familia. Tamara Falcó se ha implicado mucho porque ya cuenta con un año de experiencia en su negocio de eventos en El Rincón y ya le ha tocado organizar más de una boda. Isabel Preysler,porque además de ser la madre y suegra, es la perfecta anfitriona de los detalles y de la organización. Además, han contado con “Alma Blanca”, una empresa de organización de bodas, al frente se encuentra Alessandra, que se ha encargado de poner en marcha todo el complejo engranaje. Son tantos años de noviazgo, que cuentan con el beneplácito de Charisse que estos últimos meses, ha estado viajando con frecuencia a la casa madrileña de su futura suegra y a Barcelona porque es Pronovias quien se encarga de sus trajes de boda. Desde hace años la costumbre es contar con varios modelos y Charisse tendrá para cambiarse de largo a corto. El dueño de la firma, Alberto Palatchi, está absolutamente entregado a la causa y su taller de costura lo está dando todo.

El tiempo no es un problema porque en el palacio de El Rincón en la finca de Aldea del Fresno, propiedad del Marqués de Griñón y en donde Julio José ha pasado muchas horas de su infancia correteando por allí, cuenta con un palacio magnífico con más de 400 metros cuadrados en donde celebrar el banquete sin frío y sin mojarse. Es el regalo de tío Carlos, que es como llaman a Carlos Falcó y que se lo cede absolutamente gratis. Es más, en lo que al Marqués de Griñón se refiere, sin ningún tipo de exclusivas por medio. Regalo de bodas.

El banquete elegante, sobrio y suficiente iba a ser confiado en un principio al cocinero madrileño con una estrella Michelín, Mario Sandoval. Sin embargo, a última hora se ha decidido que sea Jose Luis porque es íntimo de Julio Iglesias y de Julio José, eso hace pensar que el convite corre por cuenta del padre del novio. Marta Maestre se encargará del bufé de postres y de la tarta nupcial de cinco pisos.  Marta, es hija de Isabel Maestre, que tiene una de las empresas pioneras de catering y que es amiga del Marqués de Griñón de toda la vida. Además, no es la primera vez que se encargan del catering de los eventos de la finca en El Rincón, así que es una apuesta segura. Único requisito, que las viandas entren por la vista y que todo sea elegante y bonito porque la familia da por hecho que todo lo que preparen será exquisito, propio de dos primeros espadas gastronómicos. Los vinos, evidentemente saldrán de las bodegas del Marqués de Griñón.

En esta boda, tan mediática, que podía haberse celebrado en cualquier lugar del mundo, dado el cosmopolitanismo que les caracteriza, habrían podido coincidir, por primera vez, todos los hermanos Preysler-Iglesias-Falcó-Boyer;  Chabeli, Enrique y Julio José Iglesias, Tamara Falcó, Ana Boyer, Miguel, Rodrigo, Cristina, Victoria y Guillermo Iglesias. La reunión la pactaron entre todas las familias, sin embargo, al final los hijos de Julio Iglesias no vendrán a la boda.