Si ha habido celebración o no, no ha trascendido porque en el palacio de la Zarzuela consideran que el hecho de que la reina cumpla años pertenece a su vida privada y no tienen por qué contar si lo ha pasado en familia o si lo celebraron el miércoles, después que el rey grabara el video para la Cumbre Iberoamericana, cenaron y luego, cada uno se fue de puente  ya que ninguno tiene actos programados en la agenda oficial.

Es poco probable aunque no imposible que la familia Urdangarin se haya desplazado, como han hecho otros fines de semana, a La Zarzuela para soplar las velas con la reina. Que su hermana Irene lo haya celebrado con ella, viven juntas, es más que probable pero si ha sido aquí o en Londres, eso no se sabe. Lo que es seguro es que el almuerzo ya no será preparado por Jockey, como en otras ocasiones, porque hasta ese restaurante, proveedor del palacio, está en suspensión de pagos.

Quizás, tal y como ha transcurrido la transición de los 73 a los 74, no haya ánimo de celebraciones. El breve repaso por los hitos más sobresalientes no dan tregua a celebraciones; Imputación a Iñaqui Urdangarín, imputación de su familia política los Ortiz –afecta al padre, a la tía y a la abuela de la princesa de Asturias-, la cacería de elefantes con salida a escena pública de Corinna, la no celebración de sus bodas de oro, la reducción de la familia real, el disparo fortuito en el pie de su nieto Froilán o la utilización de su imagen por parte de una agencia  de adulterios, no incitan a celebraciones.

Lejos quedan aquellos días en los que la reina llegó a contratar a unos gitanos del Sacromonte para que animaran un cumpleaños de don Juan Carlos. Desde luego, los 74 años de doña Sofía de Grecia, reina de España, han pasado sin pena ni gloria. Quizás no había mucho que celebrar o quizás, estaban todos de puente privado.