Pues estamos tristes. Porque ha muerto Miliki, uno de los payasos de la televisión que más sonrisas y canciones nos ha regalado. Yo nací en los ochenta, pero eso nunca evitó que mi familia me cantara sus canciones, sobre todo la que hace referencia a mi nombre: “Susanita”. Creo que esa canción es una de las que más me han cantado a lo largo de mi vida, y que siempre mi nombre daba lugar a la típica pregunta de: ¿dónde está el ratón?. Nunca supe donde estaba, solo sé que comía y le gustaba el cine y el teatro, y que era mi canción.

Bueno, Miliki ha fallecido. Ayer despertaba con esta noticia. Y aunque muere más gente cada día, gente conocida y desconocida, yo he querido hoy dedicar estas líneas a un hombre que dedicó su vida a hacer reír a los niños pequeños y grandes.

Ahora, en los tiempos que corren ya no se llevan los payasos. Y creo que ir al circo está pasado de moda. No sé si hay padres o tíos que lleven a sus hijos y sobrinos al circo. No sé con qué clase de payasos se encuentran allí. Solo sé, que hace unos 40 años grandes y pequeños encendían el televisor y cantaban y reían y que los Payasos de la Tele, hacían reír a pequeños y mayores.

Que eran payasos y hermanos, sí, y eran de la tele, que podían resultar algo falsos y no caer bien, vale, respetaré a toda la gente que piense esto y que hoy no sientan tanto como yo la pérdida de este hombre, pero esos payasos cantaban y vivían de eso.

Los niños cantaban con ellos. Hoy en día es raro conocer a una persona que ronde los 40 años que no reconozca alguna canción de los Payasos de la Tele.

Pienso que se nos muere una generación. Ya no solo por la muerte de Miliki, que también. Sino que se van muriendo gente que nos ha acompañado por así decirlo durante toda nuestra vida. Gente de la música, gente de la literatura, gente del cine, gente simplemente conocida y querida. Y a mí me pone triste. Siento una pena extraña, como cuando retiran de la televisión tu programa favorito, y se te queda en el pecho esa sensación de tristeza al no poder volver a ver a esa persona nunca más.

Cuando alguien conocido muere, si es cantante te deja sus canciones, si es escritor, sus libros. Pero cuando muere un Payaso que nos hacía sonreír, será difícil que lo vuelva a hacer de aquella manera revisando su trayectoria, puedes sonreír tal vez con el recuerdo de aquellas risas, pero ya no puedes consultar sus chistes ni ver cómo se movía en el escenario. Solo quedan sus canciones para el recuerdo, canciones de la infancia que nos recordarán que aún somos niños.