El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, avanzó en la mañana del miércoles que el déficit del Estado, en términos homogéneos, alcanzó el 3,92% del PIB en los primeros diez meses del año, hasta los 41.183 millones de euros.

El ministro de Hacienda suele hacer estos avances para condicionar la interpretación de las cifras que posteriormente difunde su departamento.

Sin embargo hay que destacar que ese déficit en «términos homogéneos» (el que tiene en cuenta el adelanto de transferencias a otras administraciones y la mayor realización de devoluciones de impuestos) es tan solo una décima superior al de los nueve primeros meses que se situó en el 3,93% del PIB.

Durante su participación en una entrega de premios de ATA, el ministro señaló que este dato pone de relieve que el déficit del Estado se comporta de acuerdo con las previsiones del Gobierno para este año y se sitúa en la senda «correcta» para alcanzar el objetivo previsto a final del ejercicio, situado en el 4,5% del PIB.

Es el mismo argumento que utilizó el departamento del ministro Montoro el mes pasado con las cifras de déficit del Estado.

El «impuestazo»

Según el ministro, detrás de esta cifra está el «esfuerzo» de toda la sociedad y de todos los españoles por pagar los impuestos de acuerdo a las normas tributarias.

Y no es para menos el argumento del ministro ya que hasta septiembre, por ejemplo, fue la subida de impuestos y especialmente el duro alza del IVA el que impidió que los números rojos fueron mayores. Una financiación que corrió a cargo de los ciudadanos españoles que están soportando los duros ajustes impuestos por el Gobierno del PP.

En la citada entrega de premios, Montoro destacó que en los últimos datos de contabilidad Nacional del tercer trimestre de 2012 reflejan en su significativa caída del consumo público, lo que demuestra el esfuerzo de consolidación fiscal que están haciendo todas las administraciones. Además, en el último trimestre será donde más se aprecien las consecuencias de las medidas adoptadas, añadió.

El ministro insistió en que este año “vamos a cumplir el objetivo de déficit público y por ello los agentes económicos van a saber que el año que viene también vamos a cumplir”.

El ministro, tras agradecer la invitación a la XI Edición Premios Autónomo del año de ATA, señaló que en definitiva, este galardón es siempre un gesto de reconocimiento a la iniciativa empresarial y el símbolo de la actitud que nos va a llevar a la salida de esta crisis, especialmente por el papel que deben desempeñar las pequeñas empresas y los trabajadores autónomos en la restauración del tejido empresarial.

Así reconoció que estos dos grupos, que han sido los más castigados por la crisis, son los que pese a todas las adversidades se encuentran más capacitados para constituir la vanguardia de la salida de la crisis, ya que en sus manos se encuentra la recuperación del empleo y la pronta reducción del paro.

Desviación de PIB  y aumento del déficit

Por su parte, el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, ha admitido que si la economía española cayera casi un punto más de lo previsto por el Gobierno el año que viene (0,5%), tal y como estima la Comisión Europea (1,4%), el déficit se elevaría en tres décimas sobre la previsión oficial (4,5%).

Así lo ha señalado Latorre durante su intervención en la Comisión de Presupuestos del Senado, donde consideró que las diferencias entre las previsiones de España y de la Comisión no contienen implicaciones «tan significativas» porque la desviación adicional sería sólo de tres décimas.

Este efecto, según Latorre, no debe restar credibilidad a la economía española que, a pesar de todo, ha mostrado una «importante capacidad de resistencia». En cualquier caso, ha señalado que las previsiones de todos los analistas están rodeadas de incertidumbres.

De hecho, ha recordado que a mediados de 2012 un tercio de las previsiones apuntaban a una caída superior al 2% en España este año, mientras que la economía terminará el año cumpliendo «con facilidad» con el 1,5% que pronostica el Ejecutivo. «Nuestras previsiones están siendo precisas», dijo.

En este sentido, aseguró que los datos del tercer trimestre han sido más positivos de lo previsto, y resaltó la necesidad de esperar a ver cómo evoluciona el cuarto trimestre, muy relevante para analizar las tendencias y ver qué pasa a final de año. «Ahí estaremos en una posición de más certidumbre», ha dicho.

En cualquier caso, Latorre recordó que la elaboración del cuadro macroeconómico para 2103 hay que enmarcarla en un contexto «complejo» en el que España tiene que abordar «importantes desequilibrios» en una situación caracterizada por la incertidumbre y la caída de la actividad.

La vuelta a la recesión de la economía española a finales de 2011, según Latorre, se explica por la debilidad de la demanda interna, puesto que la demanda externa está registrando un comportamiento «muy positivo» gracias a la «importante corrección» que se ha producido del desequilibrio externo por la mejora de la competitividad y la moderación de los costes laborales.

El secretario de Estado expicó que teniendo en cuenta los datos y el «progresivo deterioro» de la calificación de la deuda española, el Gobierno elaboró el escenario de 2013, en el que la tónica de la demanda interna y externa será «similar» a 2012. Así, la economía caerá un 0,5%, aunque registrará una mejora «gradual» a lo largo del año.