Me gustaría congelar las palabras. Criogenizar cada cosa que siento y sale de mi boca en forma de palabra. Hacer como una caja de Pandora pequeña, con mis palabras congeladas en el interior, para que dentro de unos cien años, alguien, al abrir esa caja pudiese emocionarse de la misma manera con la que te pueden emocionar a ti ahora.

Quisiera criogenizarlas todas. Desde ese “te echo de menos” , hasta cuando te digo que una vida sin ti no la comprendo. O que el mundo se me hace pequeño, que no quepo en él, cuando me faltas algunas veces. Que lloro en ocasiones cuando repaso el pasado y en lo que se ha convertido este mundo actual. Que me aterra volar en avión pero que me salvas cuando me aprietas la mano.

Quisiera congelar, criogenizar los sentimientos que llevan impregnadas mis palabras y guardarlas. Lo malo es, que aún no se ha descubierto cómo descongelar las palabras y revivirlas para que puedan hacer sentir las mismas emociones de cuando estaban vivas y salían de mi boca.

La verdad es, que quisiera congelar el tiempo. Criogenizar el tiempo. No cumplir más años. Y atar mi edad a la tuya, detener el reloj que avanza y parar el tiempo en fin de semana. Cogerte de la mano y decirte que la vida pasará todo lo que quiera, pero que tú y yo siempre estaremos igual de cerca, sintiendo el mismo amor inmenso hasta que la muerte nos separe.

Me aterra el paso de tiempo, porque miro atrás y veo que es real, que pasa de verdad. Que no era mentira eso de que la vida transcurre en un soplo y que cumplir años iba en serio, tanto como la vida. Que hay que protegerse tanto de lo malo como de lo bueno. Que las cosas hechas, ya no se pueden borrar. Solo nos pueden enseñar.

Y yo aún así, hoy, entre dilemas extraños, tristezas varias y un amor infinito hacía ti… hoy mismo siento miedo de que mi vida transcurra rápido y me esfume, y desaparezca tan rápido como llegué. Y se queden todas las cosas que no he hecho por hacer. O que se me olvide decirle a las personas que quiero, que las quiero. O a las que alguna vez me decepcionaron y me hicieron más pequeña como persona, que a pesar de todo les deseo una vida plena y llena de felicidades.

Me da miedo, y he pensando en criogenizarme yo. Lo que pasa que, sería muy duro despertar un día ¿sabes?. Abrir los ojos, que consigan revivirme y no verte a ti. Sería algo absurdo querer volver a revivir, para no vivir a tu lado nunca más.