La operación de venta de los activos internacionales de gas natural licuado (GNL) de Repsol está en su recta final. El presidente de Gaz de France, Gerard Mestrallet, anunciará el jueves, día en el que el grupo francés celebrará la jornada de los inversores, la compra  de la sociedad que agrupa las plantas de GNL de Cánada (75%), Perú (20%) y de Trinidad y Tobago (20%). La transacción se acerca a los 3.000 millones de euros, asumiendo una deuda por 4.000 millones .

Para GdF la compra adquiere un interés estratégico ya que le da un fuerte impulso en su expansión internacional. Un interés que ya fue reconocido por Mestrallet al anunciar el pasado octubre que estaba estudiando realizar una oferta a los bancos de negocio que dirigen la venta de los activos. «Es bastante lógico, en la medida en que estas actividades afectan a varios campos en los que estamos presentes», señaló. Por estas plantas se han interesado, asimismo, otras multinacionales.

Para Repsol su salida de las citadas plantas se perfila como una de las operaciones más  importantes del programa de desinversiones que va a desarrollar en su plan estratégico. Uno de los objetivos básicos del plan es la solidez financiera, lo que conlleva la reducción de deuda y el mantenimiento o mejora de los ratings.

El grupo que preside Antonio Brufau cerró los nueve primeros meses del año con una deuda 4.918 millones (sin incluir Gas Natural) y liquidez por 8.415 millones. Del plan de desinversiones (no estaba incluidas las plantas de GNL) en 2012 – el primer año del programa- había cumplido más del 40%.