Las enmiendas del PP en el Senado, que todo apunta a que no serán retiradas y quedarán por tanto en el texto de la ley sostenibilidad energética, han sido un nuevo mazazo para algunos de los colectivos y empresas para los que los costes energéticos son clave. Desde Acogen (sociedad que agrupa a la actividad de cogeneración) se señala que la reducción del tipo impositivo al uso del gas para la industria, es insuficiente ya que «en realidad deja fuera toda la cogeneración industrial».

Mientras, se puntualiza, cuando el gas industrial sea utilizado para la citada actividad, «tendrá un gravamen cuatro veces superior». En opinión de esta patronal, el objetivo del Gobierno es recaudar del impuesto del gas unos 650 millones de euros. En conjunto la electricidad para la industria subirá un 17% por las nuevas imposiciones, sumando el conjunto de factores, entre los que destaca, que la tasa a la generación pase para todas las tecnologías del 6% al 7%.

Los demás grupos parlamentarios han presentado enmiendas a favor de esta actividad, pero que, de no de no pactarse con el PP, no saldrán adelante en los pocos días que quedan para que el texto legal concluya los trámites en el Senado. La reacción esta siendo contundente y se apunta a que el Ejecutivo da un hachazo a la competitividad del país y a sus exportaciones, al tiempo que provoca el desahucio de la industria cogeneradora.

Como consecuencia los expertos de esta asociación añaden que «los efectos serán devastadores» especialmente para las empresas papeleras, cerámica, química, azulejera, alimentaria, al perder competitividad frente a las empresas del exterior.