Después del fracaso de la fusión del EADS y BAE Systems, que habría supuesto la creación del mayor grupo aeronáutico y de defensa del mundo, los accionistas de referencia del grupo propietario de Airbus negocian cómo repartirse el poder de una de las compañías industriales más importantes de Europa. El proceso, que abrirá una nueva etapa en el futuro del conglomerado, no sólo centra el interés de los Gobiernos directamente afectados -Alemania y Francia, en primer lugar, y también España, pero con un peso poco relevante- sino también de otros Ejecutivos como el británico, italiano o ruso, así como el de Estados Unidos, al otro lado del Atlántico. En definitiva, el de sus competidores.
En este contexto, otras compañías relacionadas con la aeronáutica, el sector aeroespacial y el de las tecnologías ligadas a la defensa -algunas ya son accionistas de EADS y otras mantienen relaciones en proyectos industriales y tecnológicos o son suministradoras- ejercen toda su capacidad para no perder influencia en el grupo en beneficio de sus competidores. El reparto de la carga de trabajo, de los proyectos y de los centros de desarrollo son algunos de aspectos que Gobierno y empresas tienen sobre la mesa.
El acuerdo que se prepara, que puede requerir la convocatoria de una junta extraordinaria de accionistas, daría el mismo peso a Francia que a Alemania en el capital de EADS, mientras que el Estado español mantendría el actual 5,44%. El riesgo anterior apuntaba a que una ampliación de capital diluyese la participación española que está en manos de la SEPI. En un comunicado a los reguladores de los mercados bursátiles en donde cotiza, EADS ha señalado que «los accionistas principales están debatiendo cambios potenciales en la estructura accionarial de la compañía y su gobierno corporativo».
En este contexto se espera que Francia y Alemania se queden, cada una, con un 12% del grupo aeronáutico, aunque éste no es el único tema central y algunos puntos esenciales de las conversaciones pasan por fijar la capacidad de veto de los Gobiernos. En la actualidad la presencia alemana la ostenta el grupo Daimler, mientras que, por parte de Francia, además del Estado, un socio relevante es Lagardère. Ambas empresas privadas recuperarían su capacidad para vender sus participaciones del consorcio aeronáutico, según se plantea en las negociaciones.
EADS se constituyó en el año 2000 por la fusión del grupo alemán DASA, del francés Aérospatiale-Matra y del español CASA. Desde entonces hay un pacto de accionistas entre el bloque francés (con participación del Estado y de Lagardère) y otro alemán (ejercido por Daimler), mientras que el Estado alemán dispone de derecho de veto sobre las decisiones transcendentales.
La ruptura con BAE Systems tiene otro efecto: la mayor parte de los expertos que siguen a EADS creen que el valor tiene recorrido en Bolsa. Los expertos de Barclays han confirmado este martes su recomendación de sobreponderar, con un precio objetivo de 32 euros. La firma apunta a la posibilidad de un plan de recompra de acciones. Otros aspectos clave que destaca son la posibilidad de un aumento del dividendo y la rentabilidad del modelo A380.
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